Irak
Pilar Bardem: veneno para la taquilla
Tendrá una calle en Sevilla, pero su anterior película la han visto 1.151 personas. Desde que se puso la pegatina del «No a la Guerra», Pilar Bardem ha tenido poco éxito en la pantalla. Nada que ver con los años de vino y rosas, en los que era actriz de reparto con los Ozores, Esteso y Pajares.
Sus detractores dicen de ella que el último recinto público que llenó hasta la bandera no fue un cine, sino una céntrica calle de Madrid. Que sus «fans» ya no van a verla abrazados a las palomitas y la coca-cola, sino adheridos a una pancarta y un altavoz. Y que han sido sus consignas las que han hecho posible que una calle de Sevilla vaya a llevar su nombre.Sus películas más recientes no han sido un gran éxito de taquilla, pero esto no siempre fue así. Hubo un tiempo en el que las cintas en las que aparecía la Bardem llenaban las salas, con taquillas que rozaban –cuando no superaban– el millón de espectadores, para convertirse después en objeto de culto en las sobremesas españolas. Una de ellas fue aquella entrañable interpretación en «La Lola nos lleva al huerto» (1983), una de las cintas que realizó con Andrés Pajares, Fernando Esteso, Antonio Ozores y Juanito Navarro. O «Cuatro mujeres y un lío» (1985), donde compartió reparto no sólo con este inigualable cuarteto, sino con estandartes del cine de la época como Quique Camoiras, Fedra Lorente y Arévalo. Eran otros tiempos. Tiempos en los que la Bardem se subía a los platós segura del aplauso del público. Quién le iba a decir que años después, asomada ya a todos los telediarios y con el cartel de primera actriz, muchas de sus películas se proyectarían en salas minoritarias.¿Se merece Pilar Bardem una calle? ¿Bardem, la actriz, o Bardem, la activista de primera fila? Se la ha ganado la actriz, sin duda, proclama el Ayuntamiento socialista de Sevilla. Más aún: le sobra currículum para ello. Según los datos del Ministerio de Cultura, ha participado en 68 largometrajes, a un promedio nada despreciable de un filme cada año y medio. Sólo hay dos peros. El primero: la más vista de todas sus películas, con 2,6 millones de espectadores, fue la primera en la que apareció, «Buenos días, condesita» (1966), con Rocío Dúrcal, Vicente Parra y Gracita Morales (con la excepción de «Alatriste», con cerca de 3,2 millones de espectadores pero en la que la actriz interpretaba un papel muy pequeño). La que menos fue «La vida en rojo» (2008), con Ingrid Rubio, José Luis Gómez y Miguel Ángel Solá, que reunió a 1.151 incondicionales. De 2,6 millones de espectadores a poco más de mil. En la Guía Campsa¿Qué ha hecho, entonces, Pilar Bardem para entrar por la puerta grande en la Guía Campsa, para convertirse por derecho propio en un renglón del callejero sevillano? El concejal del PP Vicente Flores lo dijo muy claro durante el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla: su único mérito ha sido criticar a su partido, a la Iglesia y al Rey. Además, apuntó que la actriz sólo es sevillana «de nacimiento» y jamás ha tenido detalle alguno con la capital hispalense.El PSOE e IU, sin embargo, aseguran que ni sus feroces campañas contra los populares, ni sus protestas contra Aznar en el Congreso, ni sus pancartas por la Guerra o el Prestige, han tenido nada que ver en la elección. Pilar Bardem, la actriz, la ganadora de un Goya en 1996 por «Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto», de Agustín Díaz Yanes, se lo merece.Su carrera profesional tiene dos fases. Hasta 1997, con su papel en «Carne trémula», de Pedro Almodóvar, alternó, siempre como secundaria, gatillazos en taquilla con faenas bien presentadas. Después, ninguna de sus películas ha conseguido levantar cabeza. En los últimos diez años, tan sólo «Gitano» (194.577 espectadores) y «Cosa de brujas» (127.643) vendieron más de cien mil entradas. En el resto –al menos de las que hay datos, porque en ocho de las 16 últimas cintas de Bardem en el Ministerio no hay datos de la taquilla conseguida–, la cosa ha ido de mal en peor: «Pantaleón y las visitadoras» fue vista por 94.512 personas; «20 centímetros», la historia de un tal Adolfo que quiere convertirse en Marieta, por 65.205; «La bicicleta», que narra las peripecias de un ciclista que trafica con anabolizantes, por 46.862; «Esto no es la vida privada de Javier Krahe», por 1.386, y la ya mencionada «La vida en rojo», una oda a la lucha antifranquista, por 1.151.Catapulta a la famaMención aparte merece «María querida», la cinta sobre la vida de María Zambrano que debía catapultar a la fama a la madre de Javier Bardem sólo un año después de promover la dura campaña de manifestaciones contra la guerra. El Ministerio de Cultura, capitaneado entonces por Carmen Calvo (que protagonizó un cameo en la cinta), participó activamente en la promoción de la película. Un millón de personas, según la Policía, la acompañaron en aquella gran convocatoria por las calles de Madrid. 20.021 acudieron, unos meses después, a ver su filme.Desde luego, a Pilar Bardem las cosas le iban mucho mejor cuando sus apariciones en la pantalla eran esporádicas. Pasó de refilón por «Airbag» (2,2 millones de espectadores), por «Sin noticias de Dios» ( 609.409), y, sobre todo, por «Alatriste» (3,1 millones), pero lo hizo tan de puntillas que ni siquiera figura como miembro del reparto en la documentación del Ministerio de Cultura. Nada comparado, desde luego, con sus éxitos cuando era una actriz secundaria en la corte de grandes intérpretes de nuestro cine. Bajo la dirección de Mariano Ozores, y a la sombra de artistas como Esperanza Roy, Antonio Ozores, Lina Morgan, Florinda Chico, Arévalo o el dúo Pajares-Esteso, se aseguró una media de 700.000 espectadores por película en los cinco títulos en los que actuó: «La descarriada», «Ellos las prefieren... locas» y «Al este del oeste», además de las mencionadas de «La Lola...» y «Cuatro mujeres y un lío».El éxito con Lina MorganSus grandes éxitos en taquilla como actriz de reparto tienen poco que ver con el compromiso político. 1,3 millones de personas la vieron en «La descarriada» (1972), con Lina Morgan. 1,5 millones en «El chulo» (1973), con Silvia Tortosa, Nadiuska o Bárbara Rey. Y algo menos, 900.000 personas, en «Celos, amor y mercado común» (1974), donde Leblanc, Cassen, Esteso y «Saza» le robaron los planos más agradecidos. Era la época en la que, según quienes la han visto, se pasaba a menudo por el Teatro María Guerrero pidiendo «un papelito» en alguna obra. Como actriz, a la Bardem también le gusta verse como una mujer de teatro, pero, en los últimos años, sólo ha tenido dos apariciones sobre las tablas: como monologuista en «5mujeres.com» y su papel de monja en «La sospecha», de Natalia Menéndez.
DE «LA DESCARRIADA» AL «NO A LA GUERRA» - Pilar Bardem se ha significado como la principal portavoz de los actores en las campañas organizadas contra el PP, desde la Guerra de Irak hasta el hundimiento del Prestige en las costas gallegas.- Además de liderar numerosas manifestaciones y actos de protesta, Pilar Bardem se enfundó una camiseta con el lema «No a la guerra» en una comparecencia de José María Aznar en el Congreso de los Diputados. Además, siempre ha hecho gala de ser una persona comprometida con la causa progresista.- Sin embargo, fueron las películas sin compromiso político, durante y después de la dictadura, las que le dieron más éxito, aunque siempre como actriz de reparto, como «La descarriada», de Mariano Ozores, o «Celos, amor y mercado común», de Alfonso Paso.
Los «gatillazos» en taquilla - La película menos vista de su filmografía es «Amor y deditos del pie» (1992), con 311 espectadores. Salvo ese «accidente», la que ha pasado más desapercibida es «La vida en rojo», con 1.115.- «María querida» (2004) debía ser su consagración: sólo vendió 20.021 entradas, seis veces menos que en su anterior cinta, «Cosa de brujas» (127.643), en la que trabajó de actriz de reparto.