París
Jaime Ostos dice que su ex Consuelo Alcalá «es lo más malo que he tenido en mi vida»
Los premios taurinos del hotel Wellington y la Fundación Baltasar Iván son prólogo de un San Isidro que llega sin grandes atractivos. Los pronósticos eran pesimistas en boca de Juanito Navarro, Victoriano Valencia y Andrés Amorós, cuya biografía de Luis Miguel sienta cátedra, de igual forma que Javier Osborne lo hará escribiendo la de su madre, fusilada en Paracuellos. Matías Antolín también ha rematado una voluminosa biografía sobre José Tomás, tan valiente ante los bichos como para encontrar injustificada la Medalla de las Bellas Artes a Rivera Ordóñez. César Antonio Molina no estuvo acertado en eso ni al reconocer los inéditos méritos de Pilar Bardem. Lo de Rivera seguía como runrún incesante mientras Amorós reconocía la «ligereza y gravedad de Antonio Burgos», quien fue premiado junto a Bruno Delaye, el embajador francés, quizá porque Francia es baluarte de la defensa taurina. Lo subrayaba el gran Espartaco, mejor persona que torero –ya es decir–, ante su mano a mano del 30 de mayo con Cayetano. Nimes les espera.
-¿Qué pasa con la película sobre Manolete protagonizada por Adrien Brody y Penélope que asesoraste en lo taurino?
-Me han dicho que tengo que ir a París para controlar el montaje. Podría ir al Festival de Venecia.
La cinta lleva dos años en el dique seco porque no veían cómo meterle mano a la historia sentimental.
Los premios taurinos del hotel Wellington y la Fundación Baltasar Iván son prólogo de un San Isidro que llega sin grandes atractivos. Los pronósticos eran pesimistas en boca de Juanito Navarro, Victoriano Valencia y Andrés Amorós, cuya biografía de Luis Miguel sienta cátedra, de igual forma que Javier Osborne lo hará escribiendo la de su madre, fusilada en Paracuellos. Matías Antolín también ha rematado una voluminosa biografía sobre José Tomás, tan valiente ante los bichos como para encontrar injustificada la Medalla de las Bellas Artes a Rivera Ordóñez. César Antonio Molina no estuvo acertado en eso ni al reconocer los inéditos méritos de Pilar Bardem. Lo de Rivera seguía como runrún incesante mientras Amorós reconocía la «ligereza y gravedad de Antonio Burgos», quien fue premiado junto a Bruno Delaye, el embajador francés, quizá porque Francia es baluarte de la defensa taurina. Lo subrayaba el gran Espartaco, mejor persona que torero –ya es decir–, ante su mano a mano del 30 de mayo con Cayetano. Nimes les espera.
-¿Qué pasa con la película sobre Manolete protagonizada por Adrien Brody y Penélope que asesoraste en lo taurino?
-Me han dicho que tengo que ir a París para controlar el montaje. Podría ir al Festival de Venecia.
La cinta lleva dos años en el dique seco porque no veían cómo meterle mano a la historia sentimental.
La negativa de Ponce
Juanito Navarro expresaba a Cristina Higueras su indignación con la Sociedad General de Autores: «Llevan un año sin liquidarme los derechos de mi revista, la estrené el 8 de abril de 2008 y no he recibido nada». Laura Valenzuela, mientras, ponía cara de circunstancias ante el nuevo romance de Larita. Lo mismo que Jaime Ostos, que festejó sus 78 años y puso a prueba su fortaleza física. «¡Toca, toca! Estoy duro como una piedra, y jamás he sufrido un dolor de cabeza. No me lo causó ni Consuelo Alcalá, lo más malo que tuve en mi vida», comentaba mientras sonreía a María Ángeles Grajal.
A ver qué pasa con San Isidro sin las figuras señeras de la torería, se preguntaban mientras Victoriano razona la negativa de su yerno Enrique Ponce: «Pretendían pagarle diez millones de pesetas menos por tarde, cuando todo está vendido y han subido el precio de las entradas. Algo inadmisible», dijo.
De ahí su ausencia. Es tan lamentable como la de José Tomás y Cayetano, explicó a Enrique y Mamen Cornejo, ella con pantalón de avestruz firmado por Hermés. Tiene estilazo.Juanito Navarro expresaba a Cristina Higueras su indignación con la Sociedad General de Autores: «Llevan un año sin liquidarme los derechos de mi revista, la estrené el 8 de abril de 2008 y no he recibido nada». Laura Valenzuela, mientras, ponía cara de circunstancias ante el nuevo romance de Larita. Lo mismo que Jaime Ostos, que festejó sus 78 años y puso a prueba su fortaleza física. «¡Toca, toca! Estoy duro como una piedra, y jamás he sufrido un dolor de cabeza. No me lo causó ni Consuelo Alcalá, lo más malo que tuve en mi vida», comentaba mientras sonreía a María Ángeles Grajal.
A ver qué pasa con San Isidro sin las figuras señeras de la torería, se preguntaban mientras Victoriano razona la negativa de su yerno Enrique Ponce: «Pretendían pagarle diez millones de pesetas menos por tarde, cuando todo está vendido y han subido el precio de las entradas. Algo inadmisible», dijo.
De ahí su ausencia. Es tan lamentable como la de José Tomás y Cayetano, explicó a Enrique y Mamen Cornejo, ella con pantalón de avestruz firmado por Hermés. Tiene estilazo.
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