Francia
El antisemitismo de los «Bárbaros» contra Francia
PARÍS- Ningún otro adjetivo les hubiera calificado mejor que el propio que llevan por apelativo: «bárbaros». Bajo este emblema, que de por sí da cuenta de la crueldad de la que son capaces, actuaron los 27 miembros de una banda a la que la Justicia francesa juzga estos días por el rapto, tortura y muerte de Ilan Halimi, un joven judío. Hoy se recuerda a éste joven francés y comercial de profesión , que tendría ya 26 años. Pero desgraciadamente no pudo sobrevivir al calvario al que le sometieron sus captores entre enero y febrero de 2006. El cautiverio duró tres semanas en condiciones infrahumanas. El caso conmocionó al país y al entonces president, Jacques Chirac, que condenó el acto al que tildó de «antisemita» En ese tiempo, Ilan fue víctima de las peores vejaciones físicas. Tal fue el ensañamiento que llegaron a asestarle varias puñaladas para luego rociarle con alcohol. Ante la imposibilidad de materializar el pago de los 450.000 euros que pedían a la familia como rescate, Halimi fue abandonado, agonizante, en una carretera al sur de la capital francesa. Moriría horas después camino del hospital. El Tribunal Criminal de París deberá determinar en las diez semanas que va a durar el proceso, a puerta cerrada por la presencia de dos acusados menores en el momento de los hechos, si se trata o no de un crimen antisemita. En cualquier caso, su confesión religiosa y su juventud le tendieron una trampa. Malévolo plan A ojos del cruento clan, Halimi era la víctima perfecta. «Rico por ser judío» -estimó entonces el cabecilla de la banda- y lo suficientemente joven para sucumbir a los encantos de una menor a la que se utilizaba y pagaba 5.000 euros por hacer de anzuelo. Otros jóvenes se ocuparon del resto. El delito fue cometido por una banda organizada, pero en el banquillo destaca un acusado, su cerebro: Youssouf Fofana, que comparece por asesinato con agravante de «antisemitismo». Su historial con antecedentes de robo con violencia, hacen de este francés de origen marfileño, de 28 años, un líder entre sus congéneres. Un «duro» de barrio al que sus subordinados, adolescentes y algunos menores seguían como si fuera un juego. Fofana, que entró en la sala profiriendo «Alá vencerá» a modo de provocación se expone a la reclusión de por vida junto a otros seis individuos que pueden correr la misma suerte. Otros diez pueden ser condenados a 30 años de cárcel mientras que el resto responderá por secuestro, complicidad y por silenciar un crimen del que tenían conocimiento.