Toreo con fundamentos en el ruedo almeriense

El tercer festejo del abono almeriense resultó entretenido y en su transcurso hubo varias faenas que tuvieron fondo y forma, acompañado de resultados artísticos dignos de mención.

Ruiz Manuel es un torero que busca siempre la estética y la pulcritud. Hoy lo consiguió con sus dos oponentes. Las faenas tuvieron gran verdad y profundidad en las series por la derecha. Algunos pasajes destacaron especialmente por su elegancia. Esta misma rotundidad faltó al natural para recondear del todo su tarde.

César Jiménez, que sustituyó a Iván Fandiño, quería triunfar en Almería después de estar ausente varios años de este abono. Su primer adversario fue desrazado y el de Fuenlabrada sólo pudo lograr el lucimiento en las primeras tandas. El acierto con la espada fue la razón por la que cortó un apéndice. En el quinto, el madrileño templó y mandó en la excelente embestida de su enemigo. Con la zurda, el toreo no fue tan rotundo, pero el conjunto del trasteo tuvo unidad y contenido. La estocada fue certera y efectiva.

Daniel Luque se fajó con el tercero de la tarde, un astado complicado y de embestida incierta. El sevillano desplegó un gran esfuerzo que fue recompensado al acertar con los aceros. Aprovechó la clase del sexto, excelente animal, que tuvo recorrido y mucha nobleza en sus embestidas. El toreo de Luque fue limpio y medido, siempre con la expresión artística presente en la arquitectura de su faena. Algunos pasajes tuvieron un concepto luminoso de la tauromaquia.

Tercera de la Feria de la Virgen del Mar, con toros de El Pilar y Moisés Fraile (1º, 3º y 5º), de buen juego, con la excepción del complicado 3º, destacaron 5º y 6º. Ruiz Manuel, oreja en ambos; César Jiménez, oreja y dos orejas; Daniel Luque, oreja y dos orejas. Media entrada.