País Vasco

Chantaje abertzale: «Sin amnistía no hay paz»

El acercamiento de los presos de ETA al País Vasco es una vieja reivindicación que ayer volvió a escenificarse en las calles de Bilbao durante una marcha convocada por organizaciones políticas, sociales y sindicales agrupadas en el colectivo «Egin dezagun urratsa» (Demos un paso).

Miles de personas en una manifestación a favor de los presos de ETA como la convocada el sábado en Bilbao
Miles de personas en una manifestación a favor de los presos de ETA como la convocada el sábado en Bilbaolarazon

Las familias de los encarcelados eran las protagonistas, pero el evento contó con caras conocidas de la izquierda abertzale y de la ilegalizada Batasuna como su ex coordinador general, Rufi Etxebarria; el veterano militante Tasio Erkizia, el actual portavoz Txelui Moreno o los abogados de presos de la banda Jone Goirizelaia e Iñigo Iruin. Durante la marcha se escuchó en varias ocasiones «sin amnistía no habrá paz» y al final se exigió a los gobiernos de España y Francia que apliquen a los reclusos de la banda terrorista una nueva política penitenciaria.

La izquierda abertzale –que ha puesto a prueba el respaldo a su apuesta de desmarque de la violencia–, EA, Aralar, Alternatiba y Abertzaleen Batasuna, además de la asociación de familiares de presos de la banda armada, Etxerat, y los sindicatos nacionalistas ELA y LAB apoyaron la manifestación, bajo el lema «Egin dezagun urratsa. Eskubide guztiekin euskal presoak, Euskal Herrira» (Demos un paso adelante. Con todos sus derechos los presos vascos al País Vasco).

Varias personas con trajes tradicionales vascos y pañuelos del colectivo Etxerat anudados al cuello portaban en cabeza una pancarta de grandes dimensiones con el logo del Movimiento Pro-amnistía (el mapa de Euskal Herria con flechas reclamando el acercamiento). Tras ellas caminaban hileras de familiares de reclusos con carteles en los que se exhibía la misma imagen, mientras coreaban la frase «Euskal Presoak Etxera» (Los presos vascos a casa). Entre los presentes se reconocía al hermano del etarra que voló la Terminal 4 de Barajas, asesinando a dos personas, Igor Portu. En un claro desafío a la Justicia, otras madres y parientes portaban los retratos de sus hijos, sobrinos o amigos exigiendo cambios en la política penitenciaria del Gobierno. Era especialmente llamativa la gran cantidad de niños y familias enteras que secundaron la multitudinaria marcha.

Los asistentes corearon, durante todo el trayecto, consignas exigiendo el traslado de los presos de ETA a cárceles de Euskadi y la amnistía para ellos.

La izquierda abertzale pidió el acercamiento de los presos porque, según considera, es imprescindible que participen en el «proceso democrático», que se debe «desarrollar» porque forma son «parte de la solución», según dijo la regidora de Hernani.

Los dirigentes preguntados en la manifestación obviaron la idea de una posible tregua de ETA exigiendo que «sin amnistía, no habrá paz», ya que a su juicio»los derechos de los presos» etarras están por encima de cualquier otro condicionante.

La marcha concluyó pasadas las 18:40 horas y a su término se celebró un acto en el que dos portavoces de los convocantes, el periodista Iñaki Olasolo y la familiar de un interno de la banda Mari Feli Etxeandia, leyeron una declaración en la que, entre otras cosas, exigieron a los gobiernos español y francés que apliquen a los reclusos de ETA una nueva política penitencia en la que se respeten «sus derechos más elementales».

«Hay que acabar –dijeron– con las medidas que permiten situaciones extremas y terminar con los ataques y los constantes intentos de utilización y chantaje», en referencia al colectivo de presos de la banda terrorista.

Por su parte, el secretario general de EA, Pello Urizar, afirmó que la manifestación constituye una petición «clara» para que «todas las partes se mojen» y entrar en «una nueva etapa». En su opinión, y «como firmante del acuerdo de Guernica», esta situación debe superar «la violencia», que ésta «sea parte del pasado» y en la que «cargas o penas añadidas de los presos, familiares y amigos de los presos» desaparezcan, informa Efe.


«Pretensiones políticas»
Los principales partidos políticos vascos no acudieron a la marcha. El portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, afirmaba que la manifestación «sería una buena oportunidad para que los convocantes y los asistentes hagan un llamamiento a quien lo tienen que hacer», es decir, a que ETA ponga fin a su existencia.

Por su parte, el portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, aseguraba que la convocatoria tenía «pretensiones políticas», ya que, si fuera un tema de derechos «con toda seguridad hubieran ido a los tribunales a exigirlos». Además, Barreda afirmaba que lo ideal sería que una concentración de ese tipo «se dedicara a exigir la disolución incondicional de ETA y no a otras cosas, no a pretensiones políticas que sólo favorecen los intereses de ETA».

Mientras, el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, señalaba que la marcha es la convocatoria «anual» que se repite cada año en Bilbao y que «bienvenidas serían también manifestaciones en pro de otros derechos que son fundamentales».