Hollywood

Las novias también enseñan pierna

Pronovias reformula el glamour del viejo Hollywood en vestidos joya para ir al altar de mujeres intrépidas y pisando fuerte

Las novias también enseñan pierna
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A Manuel Mota, el director creativo de Pronovias, le sería imposible obviar la influencia del cine en su carrera. El tarraconense que abandonó la escuadra de la arquitectura por el cuaderno de bocetos siempre soñó con vestir a Audrey Hepburn, y entre sus vestidos de novia favoritos está el de Grace Kelly, diseñado por Helen Rose, una modista de los estudios de Hollywood. No es de extrañar que tras ver la oscarizada «The Artist», al diseñador le entrasen ganas de reformular el glamour del viejo Hollywood y materializar los sueños de las futuras casaderas en vestidos joya. Propuestas ultra femeninas en las que el corte al biés, la pedrería y el trabajo a mano –introduce partículas de nácar y madreperla– desprenden el halo de elegancia y calidad cien por cien Pronovias.

La firma líder del sector nupcial, que no entiende de crisis –alcanzó un nivel de ventas de más de 150 millones de euros en 2010–, arrancó los aplausos de los más de 1.800 invitados que abarrotaron el salón oval del Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac). La expectación no era para menos: fueron un millar los compradores que se acercaron a la Ciudad Condal para vislumbrar las 78 propuestas que tanto Mota como Pronovias o Elie Saab descubrieron ante el público. Y no defraudaron.

Elegancia y Glamour
Mota rompe tabúes para la próxima temporada y apuesta por volúmenes más livianos para novias intrépidas que enseñan pierna a través de shorts, minifaldas campana, vestidos «babydoll» y faldas abiertas. «Son propuestas muy trabajadas, con chantilly y guipur. Ojalá después de ver a estas bellezas en la pasarela las chicas se animen y enseñen pierna, que hay que transgredir las normas», animó el diseñador poco antes del «show». Rodeado de las top que protagonizaron el desfile –la fiel amiga de los Palatchi, Karolina Kourkova, Alejandra Alonso, Magdalena Frackowiak y Lais Ribero–, el diseñador derrochó simpatía y demostró que atrás quedaba aquella etapa en la que el agotamiento estuvo a punto de poder con su inquebrantable energía.

Aunque sigue fiel a su espíritu vanguardista, a Mota nadie le convence de romper con la «dictadura» del blanco. Eso sí, pierde protagonismo y los modelos se construyen a partir de una base «nude». «Me reafirmo con el blanco, trabajamos el color en otras temporadas y no funciona», apuntó. «Ya se vio en los últimos Oscar que las más aplaudidas iban de blanco. De hecho, es el color que más me piden para vestidos de fiesta», sentenció. El diseñador recurre a otro guiño cinéfilo para apostar por las capas y las capelinas en sustitución del velo: «Fíjate sino en el modelo que lució Gwyneth Paltrow en los Oscar–un espectacular diseño en blanco de Tom Ford que incluía una capa–. Fue la más elegante y sencilla de la gala con diferencia».

Hombros cubiertos o descubiertos, las que sí dejaron escapar algún suspiro fueron las «celebrities» y jóvenes casaderas de la crónica social que acudieron a la cita: la siempre espectacular Bar Rafaeli, Tamara Falcó, Genoveva Casanova, Astrid Klisans (novia de Carlos Baute), Malena Costa o Lena Gercke (novia del futbolista del Madrid Sami Khedira).

Tras abrir 34 tiendas en 2011 –15 de ellas fuera de España–, la expansión global de la firma española es imparable, con la previsión de inaugurar nueve más este trimestre. Un despegue global sin freno. Si no, que se lo digan a Mota: ayer se quedó boquiabierto cuando una periodista brasileña de la revista «Caras» le informó de que uno de sus vestidos había aparecido en la telenovela líder del «prime time» carioca.

Seguro que tanto las brasileñas como las rusas –compradoras en alza del lujo nupcial– se verán seducidas por «el jardín de los sueños» que ayer descubrió en Barcelona. Propuestas con motivos florales para conquistar el planeta.