Hollywood
El crepúsculo de Pattinson
Es el hombre más buscado del globo. Y el más humillado también tras conocerse que Kristen Stewart le ha sido infiel. Todo apunta a que llora en Inglaterra junto a su familia
¿Dónde está Pattinson? Es la pregunta del millón de dólares o de euros, tanto da. El vampiro, más pálido que nunca, huye de la luz, temeroso de que un objetivo retrate la cara de póker que se le ha debido quedar tras enterarse, al mismo tiempo que el resto del planeta, de que su novia, la también intérprete Kristen Stewart, le había sido infiel con el director de la película «Blancanieves y la leyenda del cazador», Rupert Sander. Un culebrón en toda regla «made in Hollywood». La última vez que se les vio juntos fue el domingo en la entrega de los Teen Choice Awards de este año. Era fin de semana y nada hacía presagiar la tormenta que se ha desatado en Hollywood. Con rayos y truenos. Es más, a Pattinson ya le hacían casi con un pie en el altar, tanto es así que tuvo que salir al paso días atrás en una entrevista desmintiendo los rumores que le casaban este verano. «No lo descarto y figura en mis planes, pero quiero dejar pasar un poco de tiempo aún», dijo. No sabía la que se le venía encima.
Blancanieves se ha quedado sin príncipe. Esta vez el cuento no acaba como en las películas. Y todo porque ella decidió engañar al príncipe y éste hacer las maletas sin decir adiós. Robert Pattinson se ha marchado del bungalow que compartía con la cinematográfica Bella Swan en Malibú y lo ha hecho sin decir adiós a la que ha sido su novia durante cuatro años. Todo empezó en el rodaje de «Crepúsculo». Pattinson y Stewart se enamoraron al mismo tiempo que sus personajes; sin embargo trataban por todos los medios de esconder su romance a sus fans y a la Prensa. Evitaban cualquier muestra de cariño y rehuían las preguntas personales en las entrevistas. Esta semana la historia de amor se ha hecho añicos como si de una bola de cristal se tratara cuando un paparazzi consiguió fotografiar a la actriz en brazos del villano de la historia, el director Rupert Sanders, de 41 años. Lo suyo, según la revista «US Weekley», que compró las instantáneas a precio de oro, no podía ser de otra manera, fue una auténtica sesión de pasión amorosa que se prolongó durante horas. A Kristen no le ha quedado más remedio que pedir perdón y lo ha hecho públicamente con un mensaje que iba dirigido a Robert Pattinson: «Estoy profundamente apenada por el daño y la vergüenza que he causado a todas aquellas personas cercanas a mí y a todos los que se han visto afectados. Esta momentánea indiscreción ha puesto en peligro lo más importante en mi vida, la persona que mas amo y respeto, Rob. Le amo, lo amo, lo siento», ha dicho en su comunicado. La noticia ha dado la vuelta al mundo. La primera reacción de la legión de seguidores de ambos ha sido la incredulidad y después de sorpresa ante lo que consideran una traición de Stewart, no sólo a Pattinson, sino a la franquicia. La vampiresa va a sufrir a los 22 años la consecuencia de la humillación pública a la que ha sometido al vampiro, para empezar se ha quedado sin el anillo que supuestamente el actor habría comprado para pedirle en matrimonio, pero además es muy probable que haya acabado con la amistad que existía entre ambos. Pattinson ha hecho las maletas y se ha marchado. «No creo que haya vuelta atrás», declaró ayer un amigo del actor a la revista «People».
Rumbo a Gran Bretaña
Solo, herido y aturdido Rob va a regresar a Inglaterra para llorar sus penas en familia mientras que Kristen trata por todos los medios de conseguir que la perdone porque «ahora mismo para ella Rob es lo único que importa». Y es que la batalla ha generado dos bandos irreconciliables: los fans de la actriz, que piden encarecidamente al lánguido vampiro que perdone a su novia, y los defensores del chico, que le instan a que ni olvide ni perdone, haga punto y final y borre a Kristen de su vida para siempre.
Lo curioso de la historia es que al comunicado emitido por la actriz se sumó, como si de una broma pesada se tratase, el del director infiel Sander, en términos bastan desesperados: «Mi hermosa mujer y mis hijos celestiales son todo lo que tengo en este mundo. Los amo con todo mi corazón. Rezo para que podamos superar esto juntos», escribió. La reacción de su pareja no se ha hecho esperar. Liberty Ross, que así se llama su esposa, una ex modelo y actriz de 33 años, ha cerrado de facto su cuenta en Twitter, no sin antes colgar una par de frases lapidarias. En concreto, retuiteó una cita de Marilyn Monroe que decía: «A veces las buenas cosas fracasan para que cosas mejores puedan suceder». Más tarde continuó con otro retuit, esta vez parafraseando a la autora y poeta americana Maya Angelou: «Si encuentras en tu corazón el deseo de cuidar a alguien, habrás triunfado». Después escribió «WOW» antes de borrar la página.
«People.com» también se ha hecho eco de la historia, aduciendo: «Kristen está absolutamente devastada. Fue un error. No estaba teniendo un affaire con Rupert. Fue un momento fugaz que no debió haber ocurrido. Ella es una buena persona que simplemente ha hecho una mala elección».
Sin embargo, las miradas se centran el vampiro. Cualquier gesto lleva aparejada la consabida interpretación. Al hilo de este culebrón (impagable para devorar en este tórrido julio), se han rescatado una declaraciones que el actor realizó a «Vanity Fair» el año pasado. Sin desperdicio por el tema que tratan: la infidelidad. Cuando le preguntaron si alguna vez saldría con una mujer casada, respondió que «en la vida nada es blanco y negro. Hay parejas que nunca se ven, ¿es eso un matrimonio? Hay algo que nunca he entendido, ¿por qué la gente engaña? Yo puedo entender el impulso, sin embargo soy incapaz de entendero cómo se pueden mantener dos relaciones simultáneas». Ponía como ejemplo de matrimonio duradero el de sus propios padres, juntos después de 23 años y «enamorados todavía». «No soy un tipo de relaciones casuales. Elijo estar con alguien porque quiero. Cuando estoy en una relación me dedico el cien por cien», añadía. Destrozada y sobrepasada por las dimensiones que está tomando el asunto, Ross ha decidido no asomar a la calle.
Ya hay voces que apuntan a que este «affaire» no es sino un montaje orquestado por los propios actores para seguir estando en primera línea y calentar el ambiente de cara a la promoción de la nueva entrega de la millonaria saga vampírica, que se estrenará a finales de año y en cuya promoción no tendrán más remedio que coincidir.
Curiosidad
«Ni pura ni bella»
Al enterarse de la infidelidad, Liberty Ross, la esposa de Rupert Sander, ha decidido hacer público su enfado y antes de cerrar su cuenta de Twitter ha comentado: «Después de todo no era tan pura ni tan bella». Una frase que ha acompañado de una imagen de Blancanieves (el papel de Stewart en el filme) en es estado de embriaguez.
Algo más que compañeras de reparto
Liberty Ross (en la imagen, a la izquierda) no sólo compartió «photocall» con Kristen Stewart durante la presentación de la película, sino también amante, sólo que por aquel entonces ella no lo sabía. La esposa de Rupert Sander, con quien se casó cuando ella tenía 24 años y él 31 y con quien tiene dos hijos en común (Tennyson y Skyla), da vida en el filme a la reina Eleanor, madre de la protagonista interpretada por la, hasta este momento, novia de Robert Pattinson. Juntas posaban sonrientes junto a Charlize Theron, la mala del cuento, algo harto imposible a día de hoy en los que volarían cuchillos. Hace menos de un mes, Ross mostraba el orgullo que sentía por su esposo incluso declaró lo enamorada que estaba de él: «En la première de Londres tenía lágrimas en los ojos porque salimos del coche y todos sus fans gritaban su nombre», aseguró. Una declaración que ahora ha cambiado por otra que en su momento pronunció Marilyn Monroe. «A veces las buenas cosas fracasan para que otras mejores puedan suceder». Dado el éxito de «Blancanieves» se baraja la posibilidad de realizar una nueva entrega. ¿Compartirían plano de nueva las chicas del director?