Sevilla
Gómez recula ante el cónclave regional
Cascallana, mano derecha del líder del PSM, propone ahora una candidatura conjunta con Jaime Lissavetzky
MADRID- Dará batalla. No habían hecho más que comenzar los comentarios sobre posibles nuevas candidaturas a la Secretaría General del Partido Socialista de Madrid (PSM) y a primera hora de la mañana el actual líder de los socialistas, Tomás Gómez, dejaba el tema zanjado en el programa «El Círculo» de Telemadrid: «Sé que yo voy a presentar mi candidatura a repetir como secretario general del PSM», afirmó tajante, añadiendo que los movimientos en su federación que propician la lectura de que están divididos (como el de sus críticos, que ven ahora como el sillón de Gómez está sobre arenas movedizas) hacen del PSOE el «partido más democrático de España». Asimismo, el líder del PSM negó conocer de forma oficial que sus detractores estén preparando –como así aseguraron el pasado domingo a este diario al menos dos corrientes de críticos con Gómez– el lanzamiento de nuevos aspirantes para disputarle la Secretaría General de la federación madrileña.
Ahora los fieles a Gómez quieren evitar por todos los medios su caída y, en este sentido, el ex alcalde de Alcorcón y senador socialista, Enrique Cascallana, propuso ayer una candidatura conjunta del actual líder del PSM con el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky, con el que ha tenido sonados desencuentros desde su regreso a la política regional. Eso sí, en opinión de Cascallana, el proyecto conjunto que desea presentar el entorno de Gómez de cara al próximo congreso regional –para evitar así que su líder tenga rivales en el cónclave que se celebrará el primer fin de semana de marzo– debería estar liderado por Tomás Gómez.
El congreso federal en Sevilla ha trastocado los planes del sector más afín al líder madrileño que, al contrario de lo que ocurría la pasada primavera, ahora ven al ex secretario de Estado para el Deporte como un hueso duro de roer, un líder que ahora ha cobrado fuerza con el nombramiento de su «íntimo amigo» Rubalcaba, y su entrada en la Ejecutiva nacional.
«En ningún momento se va a cercenar ningún movimiento», manifestó durante su intervención en el programa el «número uno» del PSM. Una frase que no pasó inadvertida para algunos de los damnificados por sus listas para las elecciones del 22 de mayo. «Nadie que recuerde los días anteriores a la elaboración de las candidaturas de las municipales puede creerse que Gómez ahora esté convencido de esto que está diciendo. Él fue el primero que se hizo una Ejecutiva a medida, un grupo en la Asamblea a medida, ahora no tiene derecho a pataleta», señaló ayer uno de los afectados por la purga de Gómez de las listas socialistas a la Comunidad de Madrid.
En un momento en el que salen a relucir todos los desencuentros de Gómez (más numerosos que las coincidencias) con Rubalcaba, el socialista quiso recalcar, por encima de las presencias de los ex líderes del PSM Lissavetzky y Rafael Simancas, que el nombramiento de Maru Menéndez como miembro del equipo de dirección de Ferraz supone un «encuentro». Las diferencias, se temen ya muchos dentro del partido, volverán a salir a la luz en cuanto se presenten más candidatos a llevar el timón del PSM.
Los «disidentes» del PSM vuelven al trabajo
Un juez les dió la razón al considerar que el PSM les había dejado sin empleo por diferencias políticas con la dirección del partido. Ayer cinco de los seis trabajadores despedidos de manera «improcedente» el pasado mes de julio volvieron a sus puestos de trabajo en la federación madrileña. De esta forma la formación que dirige Tomás Gómez, que va a recurrir el fallo judicial, cumplía con una sentencia en la que considera que el «número uno» del PSM vulneró con estos despidos los derechos fundamentales a la «libertad sindical y a la libertad ideológica».
LA LUPA
Un congreso de «película de Hitchcock»
«El tiempo dará y quitará razones» entre aquellos que han dicho no sentirse integrados en el equipo que lidera Rubalcaba, aseguró ayer Jaime Lissavetzky antes de conocer las nuevas intenciones del equipo de Tomás Gómez. El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, para quien el congreso de Sevilla ha sido como «una película de Hitchcock» en la que la «unidad» primó sobre la «integración», opinó que los militantes madrileños tomarán «las decisiones que consideren mejor» en su próximo congreso regional el primer fin de semana de marzo.
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