Eurocopa

Francia

El nueve y el estado físico de Silva únicas dudas de Del Bosque

El seleccionador español Vicente Del Bosque tiene perfilado el equipo con el que se enfrentará a Italia en la final de la Eurocopa 2012 y, a dos días de la cita, solo restan por resolver dos aspectos: el elegido en la zona del nueve, con el favoritismo para Cesc Fábregas, y mantener o suplir a David Silva.

No ha tenido dudas en mantener toda la Eurocopa el mismo equipo. Diez titulares y un puesto entre Cesc, Fernando Torres y Álvaro Negredo en función del sistema del rival y sus características, para jugar con 'falso nueve', con la velocidad de su punta más rápido o un rematador como referencia.

Lo han jugado todo el portero, Iker Casillas, y los defensas, Álvaro Arbeloa, Gerard Piqué, Sergio Ramos y Jordi Alba. Resultado sobresaliente. Un solo gol encajado, precisamente ante Italia, los menos goleados del campeonato. Arbeloa saliendo airoso del duelo con los mejores extremos del mundo, Frank Ribery y Cristiano Ronaldo. La pareja de centrales dando clases de autoridad. Y Alba convertido en el heredero perfecto de Joan Capdevila. Incansable por la banda izquierda.

Son tan fijos como Sergio Busquets de medio centro. Y Xabi Alonso que ha ido mejorando según avanzó la Eurocopa para ser clave ante Francia, marcando los dos goles de cuartos de final. La confianza se mantiene en Xavi Hernández. El abanderado de un estilo que ha hecho un esfuerzo enorme por jugar todo. Con el sóleo maltrecho.

El grupo de intocables lo cierra Andrés Iniesta. El mago del que depende el ataque de España. Y David Silva, pero su pérdida de brillantez según avanzó la Eurocopa, a la par de su bajón físico, es uno de los aspectos que hace dudar a Del Bosque. Ante Portugal, le sustituyó a los 60 minutos. Dos jugadores frescos y con velocidad para descolocar a la firme zaga italiana, Jesús Navas o Pedro Rodríguez, pueden entrar en escena.

En la zona del nueve, Del Bosque espera noticias. Aún no sabe si Italia regresará a la defensa de cinco como en el estreno. Su rival ha crecido mucho en la cita. Esa variación de su sistema fue lo que empujó al seleccionador español a apostar por Cesc. Es el gran favorito al puesto. De titular o saliendo del banquillo ha estado brillante. El broche lo puso marcando el penalti decisivo de semifinales para mandar a casa a Portugal. Otra vez el quinto de una tanda como la que le cambió la vida hace cuatro años precisamente ante Italia.

Apostar por Cesc o uno de los puntas natos de los que dispone -Torres, Negredo y Fernando Llorente-, es una decisión que Del Bosque aún debe tomar. Los jugadores no saben quienes son los elegidos. Lo sospechan, pero hasta la tarde del domingo, horas antes de la final, no sabrán que once futbolistas pueden convertir a España en leyenda.