Vitoria- La división de los partidos en torno al Día de la Memoria quedó patente en la ofrenda floral silenciosa que se celebró en el Parlamento vasco a propuesta de su presidenta, la popular Arantza Quiroga, y que se abrió a todos los grupos. Lo que comenzó como un acto unitario, pese al clima de división que envolvió la efeméride, acabó con dos tributos diferenciados de rosas blancas: una corona colocada por la presidencia de la institución con la leyenda «En memoria de las víctimas del terrorismo» y un ramo sin inscripción que depositaron, tras el minuto de silencio, parlamentarios nacionalistas. Desde la Presidencia del Parlamento Vasco no quisieron opinar sobre esta polémica, aunque el secretario general del PP, Iñaki Oyarzábal, agradeció a Quiroga que quisiera conmemorar lo que dice la ley sobre este Día de la Memoria, dedicado exclusivamente a las víctimas del terrorismo. Desde el PSE-EE, el parlamentario Óscar Rodríguez se limitó a decir que los socialistas estarán en cualquier homenaje a las víctimas pero no quiso hablar de lo sucedido ayer, algo que tiene que aclarar «quien dirige la institución».