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Espiello el festival del documental etnográfico apuesta por el patrimonio visual

La localidad oscense de Boltaña acoge Espiello, la Muestra de Documental Etnográfico de Sobrarbe, desde el pasado viernes y hasta el 9 de abril. Se trata de una edición cargada de propuestas interesantes, que, según la organización, "configuran el programa con más calidad que se ha diseñado en sus nueve años de andadura".

El presidente de la comarca del Sobrarbe, Enrique Campo, apuntó que, además del nivel de las cintas, la variedad en los temas y en el tratamiento formal conforman un programa "muy atractivo", donde el espectador podrá encontrar desde grandes producciones hasta cine de autor. En la sección concurso de Espiello se sucederán las proyecciones de documentales hechos para pensar otras realidades, según explica la organización del festival. Algunas muy lejanas, como la de los Bunong de Camboya y sus prácticas neonatales, la del hielero del Chimborazo, la de los Waraos del Orinoco o como la de Yuwali, un aborigen australiano que vivió hasta los diecisiete años sin conocer al hombre blanco. Otras más cercanas: es el caso de la película que inaugura las proyecciones de la sección oficial a concurso, "Sobrepuerto.Los caminos del silencio", un documental en el que participan Julio Llamazares y Enrique Satué. Este año la mención especial será para la cantante saharaui Mariem Hassan. La entrega de esta distinción, el 9 de abril, se acompañará de unas proyecciones y una actuación musical de la propia. Enrique Campo trasladó que la música, junto a la poesía "es una de las herencias más valiosas para el pueblo saharaui, no sólo como seña de identidad cultural, sino también por su valor terapéutico y curativo". Por ello, Espiello "quiso reconocer con esta galardón la labor de Mariem Hassan en cuanto a la conservación y transmisión del patrimonio oral y musical". Espiello se inauguró en el Palacio de Congreso de Boltaña, donde se realizarán todas las proyecciones y el acto dio paso a la Sección Panorama y la proyección de la película 'Rocío.' El pase del documental se concebió como un homenaje a su director, Fernando Ruiz Vergara, que sufrió la censura judicial a principios de los años 80 e incluso una pena de arresto mayor. La cinta refleja los vínculos entre la Hermandad del Rocío y la represión franquista.