Asturias

Carruseles clandestinos

Los clubes de fútbol acordaron el pasado mes de julio cobrar un canon a las emisoras de radio para que pudieran entrar en los estadios a informar y a narrar, en su caso, los partidos. El rechazo fue unánime por parte de las grandes cadenas radiofónicas –Onda Cero, Prisa, Cope, Punto Radio y Radio Nacional–, amparándose en el artículo 20 de la Constitución, pero ayer se consumó la cacicada de la Liga de Fútbol Profesional, que preside José Luis Astiazarán, y se prohibió acceder a los estadios a los periodistas.

Javier Ares conduce el programa «Radioestadio»en «Onda Cero»
Javier Ares conduce el programa «Radioestadio»en «Onda Cero»larazon

Las radios lo habían previsto todo y no faltaron a la cita con sus oyentes. Desde los estudios, Javier Ares, Manu Carreño, Paco González, José Antonio Abellán y Chema Abad dieron paso a sus periodistas, que se las ingeniaron para llevar sus goles a los aficionados, ávidos de fútbol tras una jornada de huelga. Y valieron todas las tretas. Desde comprar una entrada como un aficionado más y narrar a través del teléfono móvil, ver el partido en un bar o subirse al balcón de un edificio vecino para contar lo que pasaba. Siempre, después de escuchar cómo el jefe de prensa, en el caso del Sporting, primer partido de la tarde, explicase que «la LFP les había indicado que no se expidan acreditaciones para ninguna emisora de radio». Desde que se acordó la comercialización de los derechos de radio, las acreditaciones las concede la LFP, y no los clubes, como antes. Tampoco se podía acceder a la conferencia de prensa, por lo que el notario Carlos Cortiñes levantó acta de lo sucedido en El Molinón. El director de Onda Cero en Asturias, José María Rato, fue el representante de todas las emisoras del Principado y el que trató con José María Rubieras, encargado de prensa del Sporting, de solucionar el conflicto. Todas las radios acudieron a los estadios con un notario que diera fe de que no les habían dejado entrar.
En Valencia habían dado permiso y acreditación para la sala de prensa, pero los informadores la rechazaron siguiendo las directrices marcadas por sus empresas. Sin embargo, el gol de Soldado al Racing sonó como un tiro a través de las ondas, narrado desde el propio Mestalla.

Y en el Granada-Betis sucedió lo mismo, en el partido que cerraba una jornada de «Carruseles clandestinos», aunque los millones de oyentes estuvieron informados al instante de lo que pasaba con sus equipos. En principio, hoy ocurrirá lo mismo, aunque hay presidentes, como Del Nido, que se niegan a la medida y parecen dispuestos a dejar pasar a las radios. Hoy se comprobará en el Sevilla-Málaga.

El conflicto está enquistado y no parece que las emisoras vayan a ceder a las pretensiones de la LFP, que vendieron a Jaume Roures los derechos del fútbol. Él fue el que instó a los clubes a cobrar un canon. Ya en su día, Jesús Gil trató de cobrar a los medios de comunicación al llegar a la presidencia del Atlético. La idea no prosperó. Lo de ayer vulnera el derecho a la información, explican las cadenas de radio. «Si alguien está ingresando más de 100 millones de euros, es
lógico que dé un porcentaje a los clubes», contesta Roures.


«Mou» apoya a las radios
Las radios españolas encontraron ayer a un aliado de lujo para su causa. Entre explicaciones de la situación en la que se encuentra el Madrid, José Mourinho tuvo tiempo para hablar del conflicto Radios-LFP. «No tengo opinión porque no conozco el tema en profundidad, pero las radios han sido siempre una parte importante de la pasión que la gente siente por el fútbol y, si no están, el fútbol no será lo mismo», aseguró el entrenador del Real Madrid.

Otro personaje que se puso del lado de las radios fue Luis Rubiales, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), protagonista las últimas semanas precisamente por otro conflicto con la LFP: la huelga de jugadores que se desconvocó el pasado jueves.


Cronología
- 6 de julio: La LFP informa a las radios de su intención de cobrar un canon por retransmitir los partidos. La idea venía de meses atrás. Incluso en 1990 ya hubo un intento.
- 19 de julio: Reunión entre LFP y radios en la que éstas dejan claro que no van a pagar.
- Finales julio-agosto: Guerra de comunicados entre LFP y la Asociación Española de Radiodifusión explicando sus posturas.
- 11 agosto: La huelga de futbolistas deja el asunto en segundo plano.
- 26 de agosto: Comienza la competición y la LFP cumple su amenaza y no deja entrar a las radios a los estadios.