Tarragona
Guardiola anima a los catalanes a «currar» para ser «un país imparable»
Es el espejo en el que muchos se quieren mirar, su juego levanta pasiones y ayer era un día un poco extraño para él. Está acostumbrado al reconocimiento en el campo, pero ayer Josep Guardiola recibía la Medalla de Honor del Parlament y lo hacía en un auditorio lleno hasta la bandera, de políticos de todos los colores, que habían tomado la decisión de darle la distinción por unanimidad, compañeros deportistas y su familia.
Después de haber sido ensalzado por Evarist Murtra, Mònica Terribas y David Trueba –este último con un mensaje leído–, el entrenador del FC Barcelona salió al escenario para hacer un discurso que acabó con mensaje político. «Si nos ponemos a currar, somos un país imparable», dijo.
Guardiola desveló el «momento mágico» de su trabajo, cuando se encierra en un sótano del Camp Nou para analizar vídeos de su rival. «Me siento, cojo bolígrafo y papel, y los miro. Empiezo a apuntar detalles, todo lo bueno que hacen los contrarios y debilidades, pero llega un momento fantástico que da sentido a mi profesión, y soy entrenador por este instante, cuando me doy cuenta de que vamos a ganar» , desveló, y añadió que «cuando pierdes es responsabilidad tuya, y también cuando las cosas no van».
La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, recogió el guante con una intervención que no estuvo exenta de quejas y denotó que si el primer acto institucional de la Diada ya es reivindicativo, así van a ser los demás. Las formaciones nacionalistas quieren aprovechar este 11 de septiembre para mostrar su rechazo al fallo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que da dos meses a la Generalitat para incluir al castellano como lengua vehicular de la educación. Y ayer no fue una excepción.
«Afirmación nacional»
Ddefendió que «somos una nación que, a pesar de las inclemencias, sabe avanzar». En medio de la tormenta política que ha desatado el fallo del TSJC, De Gispert no escondió que el de ayer era un acto de «afirmación nacional» y aplaudió al pueblo catalán porque «quiere y sabe progresar» pese a las adversidades. Defendió el modelo educativo actual porque es «de éxito» y aseguró que «nada ni nadie han apagado la llama de la catalanidad». «Hemos tenido una historia difícil, pero estamos en el siglo XXI y estamos aquí pese a las dificultades», añadió.
De Gispert ensalzó la inmersión lingüística ante Alicia Sánchez-Camacho y Jorge Fernández, representantes de un PP que no ha dudado en instar a la Generalitat a que cumpla el fallo del TSJC pese a los ataques del resto de las formaciones. Por su parte, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, se mostró rápidamente indignado con el discurso de la presidenta del Parlament y dijo en twitter que era «casposo y victimista».
La entrega de la Medalla a Guardiola marcó el inicio de los actos institucionales de la Diada, que culminarán el domingo en el Parlament. La Generalitat quiere que se utilice esta recepción como un «altavoz» del clima político actual, que compara con el que vivió tras la sentencia del Estatut en 2010.
Guerra de banderas el 11 de septiembre
Un año más, durante la Diada del 11 de septiembre, en un gran número de ayuntamientos catalanes solo ondeará la bandera catalana, en otros, se mantendrá la bandera española junto a la «senyera», y también se dará el caso de consistorios que sólo exhibirán la «estelada», la bandera independentista. Las capitales de las provincias catalanas gobernadas por CiU desde el pasado mayo, Barcelona y Girona, se mantendrán fieles a la bandera española durante la Diada, a diferencia de Tarragona y Lleida, ayuntamientos del PSC en los que tan sólo ondeará la «senyera», como ya viene siendo habitual en ambas capitales desde hace años. En Badalona, con el PP al frente, volverá a izarse la rogigualda tras varios años. Para evitar que los ayuntamientos de Girona alcen sólo la «estelada», Ciutadans presentó ayer una instancia ante la Delegación del Gobierno.
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