San José
Ibiza estrena pasarela de moda por Jesús MARIÑAS
Con lo Adlib a punto de festejar su treinta aniversario, Ibiza vela armas cara al verano. Así quedó latente en la pasarela que han creado en Santa Eulalia y que definiría como «MiniCibeles». Cantidad y calidad en los creadores que mostraron su apoyo a Neli Caldentey y Rosalía Moreno. Son animosas, lanzadas, ricachonas, y se arriesgan «sin ningún tipo de subvención ni ayuda» en los tres días de desfiles. Pásmense: no concurrió ningún representante oficial relacionado con el turismo. Peor para ellos, así les va, porque no hay enemigo pequeño. Y quedó demostrado con los llenos a media tarde rendidos a la maestría de Alvarado. José Castro, lo más perfeccionista e innovador de nuestra moda –casi alta costura–, se mostró feliz porque es el único español escogido tras Balenciaga y Rabanne para la Cooperativa Francesa de Alta Moda. Es un exquisito que recuerda a don Cristóbal, mientras Josep Abril aligeró con tendencias indias hechas en Bombay o China: «Una camisa que aquí vale confeccionar 17 euros allí sale por uno. No podemos competir», suspiró. Ana Locking aportó una jovialidad colorista y el brasileño Jorge Terra, un aire sensual, tropical y cálido en sus estampados. También lo plasmó en unas novias menos espectaculares que las del nunca clásico Joaquín Verdú. Por otra parte, Dolores Cortés hace sus propias versiones de la Ibiza eterna, donde Arancha de Benito se fracturó un tobillo y María José Suárez alquiló una casa cerca de San José para olvidar los desvaríos de un Feliciano López que ahora achaca su ruptura a que la sevillana «es muy mayor». No se había dado cuenta en los casi cinco años de relación. Se repite lo que ya pasó con Alejandra Prat, hoy felizmente casada en Barcelona, donde ocupa un piso de 800 metros cuadrados en pleno Turó Park. Con Ibiza a tiro de piedra, Juan Suárez festejó su cumpleaños en el Pachá que perdió sus orígenes de Sitges, porque Ricardo Urgell cerró –supongo que provisionalmente– la Masía de Vallpineda que dio origen a la cadena.Y cuando no se apaga el triunfo de esta primera muestra de moda –no olvidamos tampoco a Juanjo Oliva–, los prólogos veraniegos ibicencos se mantienen con el festival de cine en el que Vanesa Lozano pasea a su bebé seguida por la atractiva madurez de Jacqueline Bisset, un Carlos Bardem siempre mirando de reojo, Álex de la Iglesia y su placidez, así como Val Kilmer, con apostura indiscutible. Si añadimos que el negro de CSI es vecino de Cantizano, la temporada no puede tener mejor avance. Qué de guaperas.
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