EL ANÁLISIS: Estamos concienciados

- ¿Cómo es posible que se produzcan dos casos en un periodo tan corto de tiempo?
–El uso de plantas alucinógenas no es nuevo y las intoxicaciones por estramonio, tampoco. En el Instituto de Toxicología es frecuente encontrarse con este tipo de casos. La gente utiliza las amapolas, las adelfas, el estramonio... lo que pasa es que esta última es la más peligrosa de todas. El estramonio es conocida como la «planta de las brujas» y su uso es milenario. Mezclada con otras plantas, su presencia era imprescindible en los ritos de los aquelarres.

- ¿La solución pasa por su eliminación o por campañas de concienciación?
–No tiene sentido que se desperdicien recursos en la eliminación de esta planta porque se reproduce de forma muy rápida. Es una especie muy fuerte, fácil de encontrar y con poca necesidad de agua. Sería necesario explicar que se trata de una variedad mortal, de la que no se conoce una dosis mínima y que puede provocar la muerte. En España se producen unas 20 intoxicaciones anuales y se debe a que la concentración de atropina que tiene es muy alta. A pesar de que la semilla es la parte más peligrosa, la ingesta de una sola hoja puede ser mortal.