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Adiós al lifting: el secreto está en la grasa
La grasa es garantía de salud. Hasta hace poco, afirmar que el principal foco de lucha para aquéllos que buscan sentirse bien podría ser la solución a todas sus preocupaciones cosméticas habría sonado a broma. Hasta hace poco.
Las nuevas investigaciones en este campo demuestran que la grasa es un material biológico de gran valor, puesto que la regeneración de sus células madre adultas permite renovar los tejidos. Atentos especialmente aquéllos que luchan contra los signos de la edad, porque aquí podría residir la clave de la eterna juventud.
«Nos encontramos en la antesala de la medicina regenerativa que revolucionará la estética y la salud», afirma el doctor Jordi Martí, quien, junto a otros médicos e investigadores, trabaja en el mayor banco de células madre de Europa. Ahora han desarrollado Cryo-Lip, un banco especializado en el almacenamiento de grasa que permite que aquel paciente que se realice una liposucción conserve sus tejidos adiposos con la intención de poder emplearlos en el futuro. «También tenemos pacientes que acuden específicamente para que les extraigamos células madre procedentes de la grasa y las criogenicemos por tiempo indefinido, sin necesidad de pasar por quirófano previamente», añade el doctor Martí. ¿Con qué objetivo? Las células madre son de gran utilidad en procesos de cirugía estética como el borrado de arrugas o el aumento de pecho, pero también tienen aplicaciones médicas. Aunque aún se está «lejos de poder regenerar órganos de recambio», sí se pueden regenerar tejidos, como el del corazón tras un infarto.
Sin pasar por el quirófano
Lo importante de las células madre procedentes de la grasa, llamadas adiposas, es que su extracción y conservación conlleva un proceso menos complicado y doloroso que el necesario para obtener las del cordón umbilical o las de la médula ósea, donde se hace necesario perforar el hueso. Sin embargo, las adiposas «no son pluripotenciales: sólo pueden regenerar ciertos tejidos del cuerpo como la piel, el cartílago el endotelio o la propia grasa». Así lo asegura la doctora Ana Torres, que también investiga para Cryo-Lip, y que afirma que es importante «garantizar que las células madre no están alteradas», por lo que «pasan numerosas pruebas de calidad». La grasa se extrae con anestesia local, y se liposuccionan entre 50 y 60 centímetros cúbicos que son limpiados y centrifugados para obtener las células madre. Tras la verificación de la viabilidad, se congelan a 190 grados bajo cero. La ventaja reside en que la propia grasa puede ser aplicada en el momento, «en un protocolo que no dura más de 20 minutos», asegura el doctor Martí.
La idea de evitar el paso por el quirófano es también un potente reclamo, sobre todo, si se tiene en cuenta que «las intervenciones de cirugía estética han decrecido un 26,6%», como afirma Ezequiel Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Las células madre sirven de relleno, pero a la vez, regeneran el tejido reestructurando todo su metabolismo celular. En la piel, reactivan el colágeno, la elastina y los fibroblastos, rellenando las arrugas y evitando las consecuencias de operaciones como el «lifting». «La inyección de células mesenquimales no tiene ninguna contraindicación ni efecto negativo», tranquiliza la doctora Torres.
Uno entre muchos
Cuanto más estrambótico y bizarro, mejor. Esa parece ser la nueva norma en los tratamientos de belleza, que buscan innovar y ser creativos para luchar contra los múltiples competidores. La aplicación de grasa es sólo la última de una larga lista de nuevos procedimientos que tratan de hacerse un hueco en el mercado. En Londres, el semen de toro es usado para tratar el cabello dañado a través de un masaje. Su inventor, Hari Salem, de la peluquería Hari's, afirma que esta mezcla milagrosa ayuda a que el pelo crezca, se fortalezca y se llene de proteínas para que recupere su brillo y suavidad. Mientras en el Spa Idal-Barack, en Israel, son las serpientes las encargadas de hacer los masajes, en Baja California se utilizan los cactus para eliminar la grasa del cuerpo. Y si hablamos de inyecciones, parece que el mítico bótox y su heredero, el ácido hialurónico, empiezan a ser desplazados por el veneno de víbora.
La operación de aumento de pecho, número uno indiscutible de la cirugía plástica, tiene también un posible competidor que no precisa intervención alguna. El colágeno líquido, un regenerador celular que ya se inyecta en el extranjero con fines rellenadores –sobre todo en faciales, para combatir los signos de la edad–, llega a España para sustituir a los implantes mamarios, según informa la experta Pepa Muñoz.
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