Málaga

Charo Vega hace televisión por su hija por Jesús Mariñas

 
 larazon

Es un bellezón a lo Romero de Torres. A Charo se la veía algo sorprendida por el largue, testificación o desahogo. La tildaban de todo: desde trepa hasta oportunista, pasando por infiel a la amistad de Lolita tras contar con cierta ligereza –un aire desganado chic– que la floclórica del «Amor, amor» había tenido relaciones con Fran Rivera, como si fuese una herencia de Paquirri, con quien también se encandiló años ha.

Lolita repetió faena erótico-festiva de la que aún se relame con el primogénito de su casi hermana Carmen Ordóñez. Un lío ahora actualizado, resucitado y reconocido por la elegancia y naturalidad de Charo que entremezcla su sangre gitana de los Vega, gran dinastía iniciada por Pastora Imperio, fugaz esposa de El Gallo, qué tiempos aquellos.

Su entrevista en «DEC» resultó modélica, casi camino a seguir, o más bien a retomar, pues no se acosó al personaje, sino que se le dieron capotazos para que se fíe y confíe en los entrevistadores. Metérsela hasta la empuñadura vendrá luego. «Ha sido una deslenguada, atrevida y desleal a Lolita», censuraban poniendo a Charo contra la pared, ella siempre había sido una tumba. Recurrían a todo tipo de argumentos para enterder la postura actual: venganza tardía, oportunismo, revancha inexplicable... No ahorraban adjetivos cuando todo era más humano, sencillo y comprensible. «Estoy en los platós por mi hija Triana», explicó con sencillez, sincera en el desahogo y explícita describiendo su desastre marital.

 Incluso en su reciente biografía recogida en un diálogo denso con Flash Menéndez, Lolita no aclaraba nada de su relación con Fran. Le gustaba mantener la expectativa ahora despejada por su «otra» hermana. Pero fue más allá: lo mismo describió la alegría que tuvo Isabel Pantoja tras su noche prisionera en Málaga que argumentó que «nunca entendí su entusiasmo por Julián Muñoz, un hombre que no me gusta nada». Recordó su amor casi infantil con Serrat y arrancó carcajadas ante la cuestión de si Carmen, Lolita y Pantoja se reunían para hablar de hombres: «¡Quita! No era el caso, porque sólo había uno, siempre el mismo: Paquirri», dijo sobre el que fue primer marido de «La Divina», enredo de Lolita –ella todavía suspira, aunque Bárbara Rey se empeñe en asegurar que Lolita no dejó de importunar al diestro, la tilda incluso de mosca cojonera– y cazó a Pantoja. Eso sí, Charo dejó sin concretar si Espartaco representó el «amor secreto» de Carmina. Habrá que esperar a otro «DEC».