Cataluña
Chacón busca el aval en la carrera sucesoria
BARCELONA- El PSC tiene ante sí la batalla electoral más complicada de todas las que ha librado. La descomposición del partido viene de lejos, los años del tripartito pasaron factura y ahora, a la espera de una nueva cabeza visible y sin una idea clara sobre la que pivotar que rivalice con el pacto fiscal de CiU, afronta las elecciones con pesimismo. En las últimas semanas, han visto cómo el discreto consuelo de seguir siendo la fuerza más votada de Cataluña, aunque se dejasen unos cuantos escaños por el camino, daba un vuelco hasta acercarse peligrosamente al triple empate, entre PSC, PP y CiU. Además, tras las elecciones, los socialistas catalanes celebrarán un congreso del que tiene que salir una nueva dirección y una hoja de ruta. Y en ese río revuelto es donde la candidata Carme Chacón puede pescar. Sin embargo, la ministra primero tiene que fiar su suerte a las urnas. Del resultado depende que pueda postularse como sustituta de Zapatero al frente del PSOE o bien concentrarse en pacificar al socialismo catalán. Tras lograr un récord histórico para el PSC en 2008, Chacón necesita, al menos, una derrota asumible, una horquilla entre 18 y 20 escaños y conservar el liderazgo. Con menos, tendría difícil presentar sus credenciales al PSOE. En ese caso, Chacón siempre podría sumarse a la batalla del postmontillismo con Joan Ignasi Elena, representante del ala crítica, Àngel Ros, Pere Navarro y Miquel Iceta.
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