Benedicto XVI regresa a Roma tras cuatro días de visita a Alemania

En su discurso de despedida, desde el aeródromo, Joseph Ratzinger recordó la "emoción"con que fue recibido en la multitudinaria misa en el estadio olímpico de Berlín, el jueves, y la "cordialidad"con que se siguió su discurso ante el Bundestag (Parlamento).

El papa agradeció la acogida del gobierno de Angela Merkel y muy especialmente la del presidente del país, Christian Wulff, presente en el aeropuerto como en todas las etapas anteriores del viaje del pontífice, que tras Berlín visitó Erfurt, Eichsfeld y Friburgo.

Benedicto XVI destacó en su despedida los contactos mantenidos tanto con representantes las iglesias evangélica y ortodoxa, como de las comunidades musulmana y judía.

"En el país de la Reforma, el ecumenismo era uno de los puntos fuertes del viaje", apuntó Ratzinger en su despedida, después de que Wulff le agradeciera la "esperanza"que había llevado con su visita a su Alemania natal.

El ecumenismo centró buena parte de su visita, especialmente la jornada de Erfurt, ciudad del este de Alemania donde creció Lutero e identificada con el origen de la Reforma, casi 500 años atrás.

En sus cuatro días de viaje oficial -el tercero a su país natal y el primero que incluyó Berlín-, Ratzinger se reunió asimismo con un grupo de víctimas de abusos sexuales en instituciones católicas. Los medios alemanes han valorado estos días tanto el discurso del Bundestag como sus encuentros con representantes de las otras Iglesias cristianas y las víctimas de los abusos.

Sin embargo, se ha lamentado, tanto en los medios como en el ámbito de la iglesia evangélica, movimientos laicos y católicos críticos, que no haya dado impulsos decisivos al ecumenismo ni respuesta a cuestiones como la moral sexual, el celibato u otros dilemas que afrontan los católicos de hoy.

La visita estuvo salpicada de protestas ciudadanas, la mayor de las cuales en Berlín, con asistencia de algunos diputados que boicotearon su discurso en el Bundestag. Asimismo hubo algunas marchas de menor dimensión en Erfurt y Friburgo, todas ellas sin incidentes.

El único altercado destacable se produjo el sábado, cuando un hombre disparó varios balines desde una vivienda de Erfurt, dos horas antes de misa papal en la catedral, al parecer molesto por el gran dispositivo de seguridad que rodeó la visita.