Moda

Galliano cayó en una trampa por Jesús MARIÑAS

Por encima del frío pelón que atería el Madrid isabelino de Atocha y aledaños, el tema era Galliano.

Karolina Kurkova estuvo en el último desfile de Galliano
Karolina Kurkova estuvo en el último desfile de Gallianolarazon

La impresionante Karolina Kurkova fue la estrella de su último desfile para la Alta Costura, a primeros del pasado febrero. Ya es historia y todos fijan su atención en el de ayer, en el Museo Rodin, donde se unieron nostalgia e indignación. Kurkova se limitó a un «es terrible, ¡terrible!».
No faltó nadie a una cita super-vip montada en el palacete de Lorenzo Castillo. Conocedora de los entresijos de Dior, la princesa Beatriz de Orleans iba más allá. «¡Es una barbaridad asegurar que John es racista o antisemita! Yo lo traté y conocí, él hizo el traje nupcial de mi hija Adelaida y todo me suena a conjura para quitárselo de encima. ¿Que se droga como todos? Tom Ford siempre está en clínicas rehabilitadoras, y ya ves lo del pobre McQueen. No creo que sea una estupidez de John, lo conozco bien. Forma parte de una conjura, o tal creo, para darle menos indemnización. Es con St. Laurent el más grande del siglo XX. Que bebe, ¿y qué?; eso no se ve en sus colecciones», asegura.
Todos coincidían en lo de pérdida irreparable, propiciada porque Toledano, presidente de la casa, es judío sefardita. Alguien insustituible, comentaba una José Toledo pasmada por el empaque del productor Archie Drury, marido de la maniquí checa que reaparició mejor que cuando lo dejó para ser madre. Conserva la simpatía ampliada al compañero, algo que no hizo Tomasso, el nuevo novio de Tamara Falcó: vestido con raya diplomática, salió huyendo por las escaleras ante las fotos. Menos espantado reaccionó Cristóbal Martínez-Bordiú. Su esposa impactó con un esmoquin de lino turquesa. La admiró desde Jaime de Marichalar hasta Patricia Rato, que casi se escondía bajo encajes negros. Blanca Suelves y Joanes aportaron luminosidad, brillaban sus perlas sobre un body salmón que contrastó con el abrigo-kaftann de Genoveva Casanova. La vi añorante de Gonzalo Vargas Llosa: «Nuevamente aquí, a la rutina», suspiró. Impactó el estilazo de Chonín Esparza y Cecilia Sarasola con un Dior de hace diez colecciones. La flanqueaban Kike y Carlos siempre amorosos. María García de la Rasilla llegó tarde y ya no había fotos. Disfrutaron del mini desfile que no sé si fue un homenaje a Dior o un funeral por el diseñador. La radiante Gael Collet no supo definirme en qué consistió la cita de tanto vip. Pero sonó a réquiem.