España
La nueva cúpula militar toma hoy posesión de sus cargos
Los nuevos jefes del Estado Mayor de Tierra, de la Armada y del Aire tomarán hoy posesión de sus responsabilidades tras jurar o prometer el cargo en el Ministerio de Defensa.
El relevo de la cúpula miliar fue aprobado el pasado viernes por el Consejo de ministros, que nombró al general Jaime Rodríguez Buj como jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, al almirante Jaime Muñoz-Delgado para la Armada y al general Francisco Javier García Arnáiz al frente del Ejército del Aire.
La jura o promesa de sus cargos será esta tarde en el Ministerio de Defensa después de que su titular, Pedro Morenés, regrese de un viaje oficial a Alemania.
Con posterioridad se celebrarán los tres actos de toma de posesión en las respectivas jefaturas de Estado Mayor y en las que los nuevos miembros de la cúpula militar recibirán el testigo de quienes la han conformado hasta ahora.
Hasta el pasado viernes, el Gobierno de Mariano Rajoy sólo había relevado al jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), un puesto que ocupa el almirante Fernando García Sánchez.
Tras el relevo de los jefes de los tres ejércitos ahora está previsto que el presidente del Gobierno firme la nueva Directiva de Defensa Nacional.
Este documento será analizado mañana por el Consejo de Defensa Nacional, presidido por el rey y al que asistirá también el príncipe y el presidente del Gobierno.
La Directiva de Defensa Nacional diseña la estrategia del departamento para los próximos años y, en esta ocasión, tiene como novedad la identificación de la situación económica y financiera como riesgo para la seguridad de España.
Precisamente, ésta será una de las principales cuestiones que los nueves jefes de Estado Mayor tendrán que abordar junto con el JEMAD, puesto que los presupuestos de Defensa se han reducido hasta un 25 por ciento en los últimos cuatro años.
La nueva cúpula militar tendrá que aplicar también en los próximos años los resultados definitivos del informe Visión 2025, redactado por el JEMAD, y que prevé recortes de personal tanto militar como civil, así como la reducción de unidades y el cierre de instalaciones.
Entre sus retos en este escenario estará también la consecución de unas Fuerzas Armadas más reducidas pero a la vez más eficaces, más flexibles y mejor equipadas tecnológicamente, otros de los objetivos reflejados en dicho informe.