Historia

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Tertsch vs la secta

La Razón
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Hermann Tertsch publica un texto severo sobre Smiley y sus secuaces: «Libelo contra la secta» (La Esfera de los Libros). Sobresale en este Gobierno, en efecto, su espíritu sectario y divisor, pero también su mediocridad, resentimiento y antiliberalismo. Conviene denunciar todas sus fechorías, desde la manipulación de la educación hasta su política exterior, que «entre la ideología y la ineptitud» condesciende con los peores totalitarismos. Con Smiley a la cabeza, el Gobierno ha dividido a los españoles con la selectiva memoria histórica y ha procurado hostigar su religión y sumirlos en el desconcierto moral: nuestras hijas pueden abortar pero no fumar.

Si nuestra clase gobernante viene marcada por la irresponsabilidad y la impostura, Smiley es su «ejemplar más consumado», y sus ejes políticos van en dirección contraria a la libertad: siempre apuntan a lo que Amartya Sen llama la miniaturización de los individuos, la subordinación de las personas al objetivo común impuesto por la ideología. Hasta la palabra tiene que servir a la política, como sentenció el presidente en una de sus más escalofriantes barbaridades. El propio Tertsch reconoce que su diagnóstico podrá parecer exagerado, pero su denuncia es acertada y está fundada: estos olvidables años bajo Smiley han sido «la época más nefasta, en lo humano, en lo moral, en lo económico, político y cultural, que hemos vivido los españoles desde el final de la dictadura».