Según la contabilidad a 31 de diciembre de 2010, Dhul tenía un activo corriente de 55 millones de euros y un activo no corriente (patrimonio no líquido) de 149,1 millones de euros. El pasivo corriente (a pagar en un plazo igual o inferior a un año) era de 47,03 millones de euros y el pasivo no corriente (sin saldar dentro del ejercicio) de 91,69 millones de euros.

Respecto a estos datos, Iure Abogados consideró "curioso"que pese a los impagos existentes, la empresa comunique un activo corriente superior a 55 millones de euros frente a un pasivo corriente asciende a 47 millones de euros, lo que arroja cifras positivas, mientras que las pérdidas comunicadas ascienden a 16 millones de euros.

Los principales acreedores de la compañía propiedad de la familia Ruiz-Mateos son las entidades financieras, a las que debe 77 millones de euros, seguidas de los proveedores (52,5 millones de euros), las Administraciones públicas como la Seguridad Social (9,8 millones de euros) y los suscriptores de pagarés (7,1 millones de euros).

Además, Dhul tiene contratos de 'leasing' por valor de 2,8 millones de euros y debe 1,6 millones de euros a sus 420 trabajadores. Junto a estos datos, la compañía alimentaria anunció la presentación de un convenio de acreedores que contempla el pago a los acreedores en un periodo de 5 años.

Por otro lado, los acreedores aún tienen hasta el próximo 30 de abril para comunicar sus créditos al juzgado para la elaboración del informe patrimonial definitivo por parte de la administración concursal, por lo que las cifras presentadas por la compañía podrían variar.

EMISION DE PAGARES EN SITUACION DE INSOLVENCIA.
Tras conocer los datos, Iure Abogados consideró que Dhul emitió pagarés cuando la compañía ya presentaba problemas de insolvencia, lo que indica que se produjo una captación de fondos destinados a un supuesto crecimiento empresarial cuando realmente era una financiación extraordinaria destinada a cubrir la falta de liquidez.

Por tanto, el despacho considera que el origen de la insolvencia puede situarse en un momento anterior a la solicitud de concurso, tanto por los embargos solicitados por la Seguridad Social como por los de los acreedores.

De esto se desprende que las dificultades económicas del 'holding' comenzaron mucho antes de que la familia Ruiz-Mateos diera a conocer públicamente la situación de la compañía y que, durante ese tiempo, seguían emitiendo pagarés supuestamente destinados a inversiones.
De lo anterior, el despacho extrae la conclusión de que la declaración de concurso podría ser considerada extemporánea y derivar en la calificación culpable del mismo, lo que supondría declarar la responsabilidad patrimonial de la familia Ruiz-Mateos por la quiebra de la compañía.

El pasado 15 de marzo, el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Granada declaró el concurso de acreedores de Dhul y apartó a los Ruiz-Mateos de la gestión de la empresa por su posible responsabilidad en la situación de insolvencia de la compañía.