MADRID- Los depositantes y acreedores «pueden estar absolutamente tranquilos, ya que las decisiones adoptadas garantizan que Banco de Valencia podrá seguir operando con normalidad y cumplirá con todas sus obligaciones frente a terceros», sostiene el Banco de España. La decisión de la comisión ejecutiva del Banco de España se produce tras constatar que el Banco de Valencia no ha podido adoptar las medidas adecuadas para asegurar su viabilidad, y tras enviar recientemente un escrito a sus administradores requiriendo una solución «urgente y definitiva» para su situación.

El FROB nombró ayer administradores provisionales en el Banco de Valencia a José Manuel Oliver Martínez, Margarita Reyes Medina y Fernando Viladomat Carreras. Estos tres responsables se encargarán de administrar la entidad valenciana, integrada en Banco Financiero y de Ahorros (BFA), con el fin de estabilizarla y recapitalizarla de cara a su posterior enajenación y subasta en un proceso competitivo.

El Banco de España justifica la decisión de intervenir el Banco de Valencia por su Comisión Ejecutiva «después de haber evaluado la situación financiera-patrimonial y tras haber constatado que no ha podido adoptar las medidas adecuadas para asegurar su viabilidad», detalla en una nota.

Dimisión en BFA
Tras la intervención de Banco de Valencia, el presidente de Bancaja, José Luis Olivas, presentó su dimisión como vicepresidente ejecutivo de Bankia y vicepresidente de la matriz del grupo, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA). Olivas ya dimitió el pasado 28 de octubre de su cargo de presidente del Banco de Valencia, entidad controlada en un 27% por BFA, antes de que se conociera que el Banco de España estaba inspeccionando la entidad y que podría requerir provisiones por entre 600 y 800 millones de euros.

Olivas fue nombrado presidente de Bancaja y de Banco de Valencia en enero de 2004, y cerca de siete años después, el 3 de diciembre de 2010, pasó a ser vicepresidente ejecutivo de Bankia y primer ejecutivo de la cartera de participadas, tras el proceso de integración mediante un Sistema Institucional de Protección (SIP) liderado por Bancaja y Caja Madrid junto con otras cinco cajas de menor tamaño.

Reacciones
El Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, afirmó ayer que la entrada del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en el capital de su participada, el Banco de Valencia, no tendrá un «impacto significativo» en sus cuentas. BFA cuenta con una participación indirecta en la entidad intervenida del 27,3%, a través de Bancaja Inversiones.
Dado que Banco de Valencia contaba antes de la entrada del FROB con un capital social de 1.240 millones de euros, el impacto máximo en las cuentas de BFA –en el caso de que se valorara la entidad valenciana a 0– sería de casi 340 millones.

BFA quiso dejar ayer claro que «como accionista ha apoyado la viabilidad de Banco de Valencia, especialmente en las últimas semanas, tanto en la búsqueda de un socio o comprador para la entidad como mostrando su disposición para estudiar una futura ampliación de capital».
El presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, aseguró ayer, por su parte, que la Generalitat ayudará y colaborará «en lo que haga falta» para resolver la situación de la entidad.
El sindicato COMFIA CC OO exigirá, por su parte, a los nuevos administradores del Banco de Valencia que garanticen el empleo de los más de 2.000 trabajadores de la entidad tras la intervención.

Primer banco caído en España
El Banco de España tendrá que gastar hasta 3.000 millones de euros del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en la primera intervención de un banco desde que empezó la crisis en nuestro país.

José Luis Olivas, entre la política y la banca
El ya ex vicepresidente ejecutivo de Bankia, José Luis Olivas, pasará a la historia de la política y la economía valencianas por ser el único en cuya trayectoria coinciden una Presidencia de la Generalitat y responsabilidades en las más importantes entidades de la comunidad: Bancaja y, hasta hace un mes, Banco de Valencia.

Olivas fue designado presidente de la Generalitat valenciana en 2002 (desde el 24 de julio hasta las elecciones del 25 de mayo de 2003), después de que Zaplana fuera llamado por José María Aznar para ser ministro de Trabajo y Seguridad Social. Abandonó la política activa en enero de 2004, cuando fue designado presidente de Bancaja y del Banco de Valencia, recién intervenido.