Mensajeros en bicicleta desde hace 15 años

De haber empezado ahora, se les llamaría emprendedores, innovadores o creadores de empleo verde. Pero hace 15 años esas expresiones casi no se utilizaban. Cuando Alberto Lorenzo, Miguel Domingo y Javier Martínez, y otros tres amigos, crearon Trébol Ecomensajeros estaban haciendo todo eso: emprender, crear empleo verde e innovar. Emprender, porque «éramos estudiantes universitarios aficionados a la bici. Uno de nosotros conocía una empresa parecida y pensó que podíamos hacer algo igual», recuerda Alberto Lorenzo. Crear empleo verde, aunque entonces no lo sabían, porque «no teníamos mucho que ver con el medio ambiente; lo de la bici era una afición». E innovar, porque «la idea fue novedosa».
Pero no se quedaron ahí. En la actualidad, Trébol Ecomensajero es una empresa veterana en el sector que da trabajo a 12 personas, «aunque hemos llegado a ser 30, y con sueldos muy razonables». Como para tantas empresas, «los tiempos actuales son complicados, pero podemos seguir ofreciendo tarifas competitivas, porque las bicicletas tienen muy pocas necesidades de mantenimiento».

Evolución
Eso sí, al crecer tuvieron que aprender a gestionar. «Al principio era algo modesto. Hacíamos muchas consultas a empresas similares, y fue así cómo nos formamos como empresarios. Aunque legalmente somos una cooperativa de trabajo social».
«Ahora tenemos página web, estamos en las redes, y muchos de nuestros clientes contactan con nosotros vía correo electrónico». Además, han incorporado a su flota una moto y una furgoneta, «porque las distancias a veces son demasiado largas o nos piden llevar paquetes voluminosos. Pero el mayor porcentaje del trabajo lo seguimos haciendo en bici». Y tienen en mente cambiar la furgoneta «por otra eléctrica. Sin embargo, estando los tiempos como están, hay que esperar un poco». Además, están asociados con «empresas similares en otras ciudades para los envíos nacionales».
Han vivido de cerca la evolución de la urbe y la convivencia con el tráfico. «Madrid no es una ciudad fácil, de hecho nuestros turnos son de seis horas porque si no no se aguanta. Pero ahora ya se va notando que hay más gente que usa la bicicleta y los conductores están aprendiendo a convivir con nosotros», concluye Lorenzo.