Roma
Los inmigrantes tunecinos centran la cumbre de Roma
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, celebrarán hoy una cumbre bilateral en Roma para abordar la crisis originada por la llegada a Italia este año de unos 26.000 inmigrantes procedentes del norte de África.
A la cumbre asistirán los ministros de Exteriores, Interior y Economía de los dos países (Franco Frattini, Roberto Maroni y Giulio Tremonti, por Italia, y Alain Juppe, Claude Guéant y
Christine Lagarde, por Francia) y se tratará también las relaciones bilaterales.
Según explicó Frattini en vísperas de la reunión, Sarkozy y Berlusconi harán una declaración común dirigida a las instituciones y a los estados de la Unión Europea (UE) para que ayuden a sus socios más interesados en los problemas migratorios, pero también a los países de origen de esos flujos, entre ellos Egipto, Túnez y Libia.
Italia propondrá "instrumentos de ayuda concretos"y se aprobará, según Frattini, una propuesta para que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) dé créditos a largo plazo por valor de 10.000 millones de euros a los países de la ribera sur del Mediterráneo.
En la cumbre también se estudiará la creación de la Banca Mediterránea y se insistirá en la necesidad de reforzar la Agencia de Control de Fronteras Exteriores (Frontex), entre otros puntos.
El encuentro de hoy llega después de la controversia surgida entre Francia e Italia a raíz de los permisos temporales de residencia concedidos por las autoridades italianas a los tunecinos llegados a sus costas hasta el pasado 5 de abril para que puedan circular libremente por los países del área Schengen.
Una medida adoptada por Italia para hacer frente a la ola migratoria recibida desde principios de año a raíz de las revueltas vividas en el norte de África y que suscitó las críticas de países como Francia y Alemania.
El desacuerdo entre Roma y París se agravó el pasado 17 de abril cuando las autoridades galas suspendieron durante cerca de siete horas el servicio ferroviario entre la localidad italiana de Ventimiglia y la francesa de Menton para evitar la entrada de inmigrantes.
Tras este incidente, los medios italianos informaron en estos días de casos de inmigrantes que habían sido "devueltos"por Francia a Italia por no cumplir con los requisitos mínimos de libre circulación en el área Schengen.
En esta línea, Francia planteó en los últimos días la posibilidad de suspender temporalmente el acuerdo de Schengen, por considerar que se ha mostrado deficiente ante la afluencia de inmigrantes llegados a Europa a través de Italia, procedentes en su mayoría de Túnez y de Libia.
A este respecto, Henri Guaino, consejero especial de Sarkozy, justificó el domingo que la iniciativa de suspender en casos excepcionales los acuerdos de libre circulación de Schengen por la necesidad de un mayor control de las fronteras exteriores de la UE.
Italia, por su parte, ha coincidido, a través de su ministro de Exteriores, Franco Frattini, en que el tratado de Schengen necesita una "revisión".