El Glamour cosa de dos

En la revista «Glamour» deben conocer bien el saque de El Canapero y por eso no le permitieron pasar del arco de entrada de la Embajada de Italia. Desde el «photocall» tuvo que celebrar el décimo aniversario de la revista, que no el glamour de algunos invitados. Ya les vale. Inés Sastre debería cambiar el aceite solar por crema protectora, y el arquitecto Joaquín Torres, no abusar del maquillaje –«sale naranja en mis fotos», confiesa una paparazzi–. Aunque lo peor de Torres no fue su coquetería ni su chaqueta tan estrecha que parecía de su primera comunión...Su esposa se sintió indispuesta en el primer canapé y, lejos de acompañarla en la huida, la dejó en un coche y vuelta al fiestón. Actitud poco glamurosa, como la del estilista por excelencia –¿o excedencia?–.... : las gafas de sol sobran a las diez de la noche y un dobladillo a tiempo en el pantalón es signo de elegancia. Esa de la que parecen huir –por muy «cool» que sean– Miranda Makaroff y Bimba Bosé. Y cuando uno pensaba que el estilo era cosa sólo de italianas, comoRenata Zanchi, todo un descubrimiento que podría ejercer como la nueva Raffaella Carrá, subieron el nivel Claudia Ortiz, Nieves Álvarez –estrena su revista de moda televisiva de la mano del mejor Jesús Mari Montes– y María Valverde. A la actriz, lejos del hermetismo de la escuela Bardem, no le cuesta hablar de su relación con Mario Casas: «No me siento incómoda cuando graba escenas de sexo. Siendo actores, a todos nos toca». Y en estas llegó la musa de la noche, Eugenia Silva. La encumbró Nicolás Vaudelet, con un vestido de alta costura que combinaba el esmoquin con un seductor traje de baño de estilo «Lola Montes». El «glamour» es cosa de dos.

A examen
Convocatoria: X aniversario de la revista «Glamour».
Nivel de famoseo: alto, la nota exótica: el actor Jason Lewis y el creador Giles Deacon.
Los canapés: dos botellas de agua. Al Canapero le vetaron la entrada al cóctel.
Lo mejor: cómo ha mejorado Claudia Ortiz desde que está en manos del estilista Oscar de Jara.
Lo peor: el exceso de maquillaje.
Valoración final: ***

Otros saraos
Irina no ve el fútbol
Aunque su novio sea el gurú del balompié. A ella le va más Dovstoyevski. Por eso no dudó en ejercer de imagen de la firma Morellato mientras su novio perdía en las semifinales de la Eurocopa contra España.
A examen
Nivel de famoseo: algo dispar, véanse Susanna Griso y Guti.
Los canapés: a la altura.
Lo mejor: la sonrisa de Irina.
Lo peor: el retraso de la «top».
Valoración final: ***

De soltera a casada
Cuando ustedes lean esto, ella ya será la esposa de Carlos Baute. Ella, que no es de prodigarse mucho, ejerció el lunes de madrina del concurso de Gin-Tonic de Schweppes.
A examen
Nivel de famoseo: ella se sobra y se basta.
Los canapés: estupendos.
Lo mejor: que ayer, horas antes de su boda en El Escorial, él confesara su amor en twitter.
Lo peor: el peligro que tienen los gin-tonic.
Valoración final: ****

Tú sí que vales
Con la vorágine de los macroconciertos, se agradece que de vez en cuando, las estrellas que valen, se dejen llevar por los acústicos, como el de Russian Red de la mano de Trina.
A examen
Nivel de famoseo: cien invitados exclusivos, pero anónimos.
Los canapés: un buen Trina. Sin gas. Y sin alcohol.
Lo mejor: su directo.
Lo peor: nada reseñable.
Valoración final: ****