Ibiza
La isla de los 100000 euros por semana
«Mira lo que está haciendo. ¡Yelko, cariño ten cuidado! Qué sustos me da este niño», dice Norma Duval mientras su hijo mediano se desliza por el monte en un quark dando quiebros. Así es la vedete más popular de España alejada de los focos, de los photocall y del glamour: una mujer dedicada a sus hijos, cercana, con mucho humor y bastante resuelta.
Este verano, Norma ha decidido abrir las puertas de la casa de su actual pareja, Matthias Kühn, en la isla de Tagomago a amigos y compañeros para mostrar los encantos de este pequeño paraíso a menos de un kilómetro de Ibiza. La familia al completo, por supuesto vestidos de riguroso blanco ibicenco todos, nos recibe a primera hora de la mañana en una cala cercana a su isla privada y acto seguido el propio Matthias, timón en mano, pone rumbo a este rincón desconocido en medio del Mediterráneo.
Norma ejerce de perfecta anfitriona y aunque no para de repetir que «con este calor tengo unas pintas horribles». La verdad es que la artista está estupenda con unos ceñidos pantalones un punto transparentes, una camisa que, como le ocurre a todo ser mortal, deja entrever los efectos del calor, y unos cuñas de esparto de impresión que no son un obstáculo para caminar por sendas pedregosas e incluso ayudar a su amigo Jaime Ostos en lugares donde el terreno resulta peligroso. A primera vista, Tagomago parece un territorio completamente virgen, pero a medida que se alcanza la cima de la isla se avista «su casita». Así la llaman, aunque más bien es una mansión en toda regla. «No sé cuántos metros cuadrados tiene», dice ante las preguntas de los curiosos que desean saberlo todo sobre el casoplón. «Aquí nos conocimos Matthias y yo, por eso es un lugar tan especial para nosotros», comenta, mientras muestra las estancias. En sintonía con el fondo del mar y en plena naturaleza se dibuja una elegante piscina, por supuesto de agua salada, de fondo oscuro que, sin duda, es el plato estrella de la casa.
Al timón de la nave
Los tres hijos de Norma están pendientes de su madre y de las órdenes que ésta de a diestro y siniestro. Ella es quien está en todo momento al timón de la nave. También le acompañan los dos hijos de su pareja, que bien podrían pasar por propios, ya que su parecido es asombroso.
Quienes de igual modo están alrededor de la matriarca son las hijas de su hermana Carla, que falleció a finales del año pasado: «Esta casa me trae muchos recuerdos de mi hermana, ya que el año pasado por estas fechas estaba aquí con nosotros», comenta emocionada la actriz al mismo tiempo que pide que sus sobrinas no aparezcan en las fotos, por deseo de su padre.
La isla privada de Matthias Kühn, protegida y conservada por la Fundación Tagomago, bien podría asemejarse a la idea que todos tenemos de lo que pudiera ser el paraíso: tierra virgen, flora y fauna en estado puro, y por si fuera poco un agua turquesa de ensueño que rodea los 400.000 metros que tiene la parcela privada del novio de Norma. Aunque la verdad es que la familia tan sólo pasa algunos fines de semana en esta lujosa casa, «preferimos estar en Manresa y como Matthias trabaja mucho yo me quedo allí con los niños y el atiende los negocios», dice la actriz. «Es muy costos mantener esta propiedad por lo que hemos decidido comenzar a alquilarla por unos 100.000 euros a la semana (servicio incluido), para así, además de ayudarnos a conservarla, se hace promoción de ella. Ya la han visitado personas de renombre, como un futbolista muy conocido (Cristiano Ronaldo) y esperamos que sigan haciéndolo muchos otros. Estaría bien que en vez de ir a las Seychelles o al Caribe, se vinieran a Tagomago», explica el empresario.
¿A por la tercera boda?
Después de dos matrimonios frustrados Norma Duval no pierde la esperanza de sellar su amor con el hombre ideal y, aunque no niega que un futuro formalice su relación con el alemán, tampoco se atreve a afirmarlo con rotundidad: «No hemos hablado de una posible boda, aunque yo no descarto nada, pero hay que pensarlo detenidamente porque ya sería mi tercer matrimonio», comenta la actriz.
Por si fuera poco, Norma tampoco duda en hablar de política, «España necesita un cambio y lo requiere ya», dice con firmeza. Se nota que Norma está en uno de los mejores de momentos de su vida, «pronto me pondré con un proyecto teatral que tuve que dejar apartado un tiempo. Me siento más joven que nunca y con Matthias a mi lado, aún más», afirma mientras el sol se esconde tras la silueta de Ibiza que oscurece en el horizonte.
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