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Un poeta en la familia Gil de Biedma

Tío de la ex presidenta, está considerado el más influyente en lengua castellana de la segunda mitad del siglo XX 

Un poeta en la familia Gil de Biedma
Un poeta en la familia Gil de Biedmalarazon

Cuando Jaime Gil de Biedma publicó en 1952 «Versos a Carlos Barral», su primer libro, nacía Esperanza Aguirre Gil de Biedma. Cuando apareció «Las personas del verbo», en 1982, el último, y en el que reúne toda su poesía (ya había dejado de escribir.

«Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema», dijo), ella era una alta funcionaria del Estado. Cuando el poeta muere en 1990, ella, su sobrina, primera hija de su prima Piedad, era una concejala del Ayuntamiento de Madrid con mucho futuro y que pronto daría el salto a la política nacional. Cuando nació Esperanza Aguirre, no tardó mucho la llegada de su hermana Isabel, en el mismo año, así que el joven poeta le dedicó estos versos a su prima: «En el 52 has parido dos».

Pues el joven que hizo ese verso, sin duda un inocente juego familiar, acabaría considerado el poeta en lengua castellana más influyente de la segunda mitad del siglo, el más destacado de la generación del 50 con el que se acuña la «poesía de la experiencia» (con acólitos de más o menos mérito), pero, además, se convierte en un verdadero maldito a pesar de ser un dandy de altísima alcurnia, aunque asiduo a los tugurios de Barcelona y de medio mundo. Fue poeta y por eso no dejó de ser un alto ejecutivo de Tabacos de Filipinas –secretario de su consejo de administración–, la mayor multinacional española de aquellos años.

Esperanza Aguirre nunca ha hablado en público de su tío Jaime, hasta que en enero de 2010 se estrenó una película realmente bochornosa sobre su vida, «El cónsul de Sodoma». Se trataba de un retablo de las orgías, promiscuidad sexual y búsqueda del placer en los lugares más sórdidos del mundo, desde las barracas de Manila al Barrio Chino de Barcelona. Jaime Gil de Biedma era homosexual, condición que llevó con discreción en su familia por respeto a sus padres, pero nada más. Sin embargo, la película sólo mostraba interés en ese poeta arrojado a la carne.

Muchos ironizaron sobre el hecho de que fuese tío de Esperanza Aguirre, pero ella, que vio la película, prefirió no entrar en un mundo que no desconocía. Por respeto. Ahí acabó el morbo.
Más divertido sería poder ver «Los Gil en el Oeste», una película de factura doméstica en la que participó toda la familia Gil de Biedma. Era 1956 y fue rodada en la finca de El Ardino, en Segovia, propiedad del muy peculiar José Gil de Biedma y Becerril, tercer conde de Sepúlveda, hermano del padre del poeta y abuelo de Esperanza Aguirre. Allí estaba también el joven Jaime, que solía jugar al tenis con su tío.

Según relata una de las hermanas de Jaime Gil de Biedma a Miguel Dalmau en la biografía del poeta: «Hubo de todo: caballos, persecuciones, búsqueda de oro, robo de ganado, boda y baile final».