Exclusiva la exclusiva vendo

Esto es lo que tendrían que cantar en los kioscos de prensa porque las revistas vienen en guerra de exclusivas. «¡Hola!», como se esperaba, llega con reportaje y portada –por cierto, vendido a precio de oro– y lo protagonizan Jesulín y María José Campanario. Enseñan su nueva casa en Arcos de la Frontera, aire andaluz y muy luminosa por fuera. Ya en el interior, la decoración, en términos taurinos, podríamos titularla «división de opiniones», que quiere decir que a unos les ha parecido horroroso el salón y a otras insufribles las habitaciones. Jesulín dispara cañonazos como si fuera contra Gadafi, en este caso contra Belén Esteban, a la que no quiere ni nombrar. La titula «la madre de Andreíta». En resumen, tribuna de lujo desde donde responder a las insidias que los acosan y, sobre todo, algo que te deja la cuenta corriente muy saneada, como si hubiese toreado 20 corridas a los precio actuales del torero de Ubrique, que ya no son lo que eran. Ya lo dijo el Faraón de Camas: «Cuando te pagan menos, mejor irte a tu casa, sino vuelves al sol y a las moscas». La exclusiva de «Lecturas» tenía que estar prohibida, porque va a generar tremendas envidias, por supuesto de las malísimas. El Apolo, y no precisamente virginal, Miguel Ángel Silvestre –a pesar de ser muy buen actor todavía recordado como el Duque– y la reencarnación de actual de Afrodita, Blanca Suárez, son pareja. Esto deja sin ilusiones a millones de españolas y de españoles, que en sus sueños más apasionados daban por hecho que una vez que les hubiera tocado el Euromillón le declararían su amor a Blanca o a Miguel Ángel. Y, claro, estos sueños íntimos no se pueden frustar, sobre todo en Cuaresma. «Diez minutos» se luce mucho con una exclusiva robada, donde aparecen Penélope y Bardem como una pareja normalísima paseando por un parque a su hijo. Es que ya se sabe, la maternidad te baja de las estrellas y te pone en el primer jardín que hay cerca de tu casa.