Están decididos. Casi el 74 por ciento de los alrededor de 18.000 militantes del PSOE que están llamados a votar en elecciones primarias el próximo 3 de octubre ya se han decantado por su «número uno» favorito. Si los 6.402 y 6.874 afiliados del partido que se han comprometido respectivamente con los precandidatos Trinidad Jiménez y Tomás Gómez cumplen su palabra de entregarles su apoyo en las urnas –algo poco probable–, la próxima meta de ambos rivales está en convencer a los 4.600 indecisos que no han firmado ni por el líder del PSM ni por la Ministra de Sanidad.

Un 26 por ciento de votos que promete generar una nueva lucha entre los miembros de las plataformas de apoyo de los todavía (hasta dentro de tres días el Comité de Garantías no hará oficiales los datos) precandidatos a ocupar la cabeza de la lista de los socialistas en las próximas autonómicas del 22 de mayo.

También habrá que esperar los movimientos de algunos sectores del partido que, aunque han apoyado a uno de los candidatos hasta ahora, podrían «cambiar de chaqueta» si observan que la cosa se pone fea en los próximos días. La cuestión, aseguran fuentes del PSM consultadas, es asegurarse una cuota de poder con el candidato que resulte vencedor en esta contienda.

Pero no serán sólo los indecisos los que azucen el fuego que los simpatizantes de ambos precandidatos se crucen en las dos semanas que restan hasta la cita con las primarias. Las cifras de avales que presentaron los portavoces de los equipos de Gómez y Jiménez generó ayer de nuevo un cruce de declaraciones entre miembros de ambos «bandos». Los fieles al secretario general del PSM sospechan que el equipo de la ministra ha cometido irregularidades en su suma de apoyos. Así, la secretaria de organización del PSM, Trinidad Rollán, solicitó formalmente que se llame al mayor número de militantes posible para verificar uno a uno los avales. Un trabajo de chinos.

«Se comen 1 y cuentan 20», afirmó un miembro de la dirección regional. «La pataleta es un buen ejercicio en política, pero no recomendable cuando se presentan los avales y se van a poder comprobar», replicó David Lucas desde la plataforma de apoyo a la ministra.

Más allá de declaraciones e insinuaciones veladas, lo cierto es que, de comprobarse la validez de los apoyos lo cierto es que la ministra ha cubierto todas las expectativas. En ello se han empleado a fondo quienes desde la dirección federal han apostado por su candidatura como el vicesecretario general, José Blanco, los secretarios de Política Municipal y Relaciones Internacionales, Antonio Hernando y Elena Valenciano, y el omnipresente ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Hasta aquí, a la espera de nuevos rifirrafes, la «batalla» de Madrid.


Lissavetzky no tiene rival
No tiene rival. El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, está desde ayer más cerca de la candidatura a la Alcaldía de Madrid. Una carrera que no han conseguido terminar los otros dos militantes que también querían disputarse el «número uno» de la lista municipal, José Luis Ruiz (Puente de Vallecas) y Estrella Carrillo (Tres Cantos). Fuentes del PSM informaron de que éstos no han conseguido el número mínimo de avales necesarios mientras que, Lissavetzky, presentó en las oficinas del partido 2.354 avales, casi el doble de los que se le exigía según los reglamentos del PSOE.