Estados Unidos
10000 metros / Mo Farah profeta en su «tierra»
LONDRES- Inglaterra celebra alborozada el oro de Wiggins, vibra con los éxitos de sus remeros y estalla de gozo con la victoria de Mo Farah, un emigrante somalí que ha hecho carrera en Gran Bretaña y que desde ayer es el campeón olímpico de los 10.000, en la senda de ilustres como Nurmi, Zatopek, Viren, Gebreselassie y Kenesisha Bekele, el gran derrotado de la noche.
El tímido ataque de Bekele nada más escuchar el pistoletazo de salida fue un ardid; como advirtió su compatriota Gebreselassie, ésa sería la manera de ganar el oro por tercera vez en unos Juegos. La estratagema tenía un objetivo, amedrentar a los eritreos, a los kenianos, al estadounidense Rupp y, cómo no, a quien presumía que sería su máximo adversario, Farah, el ídolo local. Fueron turnándose los africanos para acelerar y Farah apareció en la última vuelta, imponente y volador; tras él, Rupp, y Tarika Bekele. El otro Bekele, bicampeón olímpico, cuarto.
Inmediatamente después, los 100 metros femeninos, el primer asalto entre Estados Unidos y Jamaica. Ganan 1-0 los caribeños. Shelly-Ann Fraser-Pryce se colgó el oro con 10.75; Carmelita Jeter (EE.UU), segunda, 10.78, y Veronica Campbell-Brown, también jamaicana, bronce con 10.81.
Pero el héroe del día fue Oscar Pistorius, que se clasificó para las semifinales de los 400 metros. Sólo cedió ante el dominicano Santos y logró su mejor marca del año, 45.44.