El Cairo

Saleh no logra echar a Al Qaida de Zinjibar

La localidad de Zinjibar, en el suroeste de Yemen, está bajo control de milicianos islamistas, supuestamente afiliados a Al Qaida en la Península Arábiga: los hombres armados asaltaron la ciudad durante el fin de semana y se atrincheraron en los edificios públicos, aunque se desconoce a qué grupo pertenecen.

028nac31fot1
028nac31fot1larazon

Seis soldados murieron tras una emboscada en la carretera. Varios vecinos de la ciudad contaron que la aviación y la artillería bombardearon después varias posiciones de los milicianos. Se sospecha que podrían ser miembros del grupo inspirado en Al Qaida, el Ejército de Adén, provincia donde se encuentra Zinjibar. Asimismo, es imposible saber qué hay detrás de la batalla por Zinjibar: las fuerzas opositoras al régimen del presidente yemení, Ali Abdala Saleh, le acusan de haber permitido, incluso ideado, la toma de la ciudad por los extremistas para demostrar a Occidente qué ocurriría en el país si él dejara el poder, tal y como le exige la comunidad internacional después de cuatro meses de protestas, que en los últimos días se han vuelto cada vez más violentas y amenazan con desembocar en una guerra civil.

Saleh ha echado mano en varias ocasiones de la carta de Al Qaida, advirtiendo de que la actual inestabilidad en Yemen, así como un posible vacío de poder en el futuro, favorecería a la red terrorista, que tiene una de sus bases en el país, debido precisamente a la falta de un Estado fuerte. Hace unos días, Saleh advertía a sus «amigos y hermanos» de Estados Unidos y Europa de que Al Qaida se apoderaría de parte de Yemen si él dejara la Presidencia, que ocupa desde hace más de 30 años. El mandatario ha sido un aliado en la guerra contra el terrorismo y sus tropas estarían luchando ahora contra los extremistas en Zinjibar. La censura impide saber cuál es la situación real, así como el número de víctimas, que podrían ser decenas, incluidos civiles.

Violento desalojo nocturno en Taiz
La plaza de la Libertad de Taiz está vacía después de que las tropas yemeníes la desalojaran esta madrugada causando decenas de víctimas entre los manifestantes prodemocracia. Al menos 15 personas murieron quemadas vivas mientras dormían en el campamento que levantaron en febrero para pedir la marcha de Saleh. Sus soldados provocaron supuestamente el fuego y dispararon contra los manifestantes para desalojarlos irrumpiendo con vehículos militares en la plaza. En total, habría más de 50 muertos y hasta mil heridos en los ataques contra los opositores desde el domingo por la noche, según Al Yazira.