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Reino Unido

Bond el mejor Bond

Mañana verán «Skyfall»: a un atormentado Craig de nuevo en la piel de 007, y a un villano, Javier Bardem, más malo que la quina. Un cumpleaños, 50 de la franquicia, celebrado a lo grande 

Daniel Craig en la rueda de prensa de la presentación de la película larazon

¿Cómo se ha convertido en el mejor Bond de la historia? Pero si es bajito... Bajito no significa achaparrado, dice una periodista que entiende de hombres altos y en conserva. Y yo digo que sí, que bajito, ok, pero que, en cuanto guapo y matón, no tiene enemigos. Entonces Craig desenvuelve una sonrisa más ancha que su corbata y dice que Bardem, cuando se pone, se pone muy malo, y que el medio siglo a 007 le está sabiendo a costurones de memoria antigua y rencores por resolver. La culpa será de Isabel II, Dios la salve y nos salve siempre, confesa admiradora del agente secreto. Qué envidia da Gran Bretaña, de patriotas sin remisión. Y del agente al que la boca le sabe también a pólvora, a licor barato (lo del agitado ya da lo mismo, trago va, trago viene) y que todo lo apostó a una bandera. Lo cierto es que acaba de cumplir 50 años, y Bond las pasa canutas, porque no es Connery, aunque el esmoquin luzca igual de impecable, el hombre perfecto, el moreno machista y ligón de barra, ni es tampoco el lisérgico Moore de los ojos azules años 70 y la copita cerca; el Bond de Craig es un tipo que bebe demasiado para todos los cánones y ese que, cuando el aliento le sabe a mil demonios, cree que está más muerto que vivo. Vivo, muerto; muerto, vivo. Hasta que pega un tiro, o dos, con la mano temblorosa y ve que no ha hecho diana. Pero quedan más en la recámara. Digo balas.

Ayer visitaron Madrid el extranjero guapo, el guapo de aquí sin peluca, una chica Bond moderna, Sam Mendes, o sea, el magnífico director de «American Beauty», y los productores de toda la vida. Nadie se lo cree, o parece que disimulan, aunque «Skyfall» acaba de enrollarse a las taquillas británicas: «Era muy pequeño y ya veía las películas de Bond. Luego, de adulto, las seguía todas. Y con Craig mi entusiamo aumentó un 100%. Ahora estoy contento de pertenecer a este gran negocio familiar», dice Mendes. Y Bardem, a la izquierda de Bond, regala una sonrisa que jamás nos prestará: «Cuando leí el guión vi un material extraordinario y diálogos llenos de matices. Sam me dio ideas, vi las capacidades creativas del personaje y la película. Sentía el rodaje como si fuese un título de bajo presupuesto, aunque estaba frente a un monstruo, el primero de mi carrera». Lo asegura la crítica y no cuesta corroborarlo: Bardem es el mejor villano de la saga, un revisitado Hannibal Lecter sediento de venganza.

Todos miran luego, otra vez, a Craig; Craig no mira a nadie, pero está encantado de vernos sin luz, la sala del Hotel Villamagna rebosa periodistas y fans con ganas de meter pescuezo. Craig, tan menudo, tan atractivo y tan macho: «Connery creó este personaje, aunque me gusta el trabajo de cada actor en el papel, los matices que le han aportado. ¿Mi película favorita? "Goldfinger". Y mi villano favorito, Bardem». El susodicho apostilla: «Llevo 25 años en la profesión, y después de hacer un papel, lo que te queda es la calidad humana, cómo fue esa experiencia, no si el filme fue mejor o peor». Repito: no lo hay más malo. La chica nueva Bond, guapa a rabiar como la que no ha venido, apostilla desde la candidez de las novatas: «Era difícil plantarle cara al protagonista, tuve un entrenador cinco días a la semana dos meses. Y preparación de todo, hasta cuando afeito a Bond en la película... Nunca llegué a pensar que estaría en este filme. Mi sueño ha superado todas las expectativas». Mendes, tan británico como el té aguado, confiesa que el rodaje «fue como volver a casa, a mi entorno, tras hacer cinco películas americanas. Nunca imaginé ninguna manera mejor de regresar». Y, luego, hablan de recaudaciones, del excelente primer fin de semana en Reino Unido: «Ha recaudado en un día lo que yo voy a ganar en muchos años», dice Mendes. Y sobre la oscuridad que envuelve a Bond, añade: «Es un hombre que tiene conflictos, que está deprimido, se trata de un antihéroe, de un asesino que lo sabe, pero no conoce otro tipo de vida. Muy probablemente, sin "Casino Royale"no existiría ésta. Y hay una razón detrás del comportamiento de 007, porque él se rebela contra sí mismo». Es cierto: «Skyfall» está muy arraigada a las raíces del Bond primitivo, aunque, ya lo dijo Lampedusa, para que todo cambie todo debe seguir igual: «Este título está enmarcado con la tradición, y gracias a él he podido comprobar hacia dónde va la franquicia. Sam y yo compartíamos la misma pasión, no sobre recrear lo ya hecho, pero sí de resucitar conceptos y trabajar la parte inconsciente». Palabra de Bond, el mejor y más jodido James Bond.

BARDEM: «Ahora los villanos son los que rescatan bancos»
Este chico no cambiará nunca. Es parte de su encanto, quizá. Ni presentando el que es muy probablemente uno de los mejores papeles de su carrera, y mira que tiene ya unos pocos. En los escasos minutos que sale en pantalla se traga hasta a Craig. Y con una peluca rubia feísima y «look» de los setenta. Ayer dijo: «Actualmente los villanos son quienes rescatan a los bancos en vez de a las personas, y también aquellos que no saben lo que es un desahucio. Mi villano es de ficción, ellos hacen más daño que yo en esta película». En la imagen, el actor español con Craig en una escena de la película. Ya dicen por los mentideros de Hollywood que este cortísimo pero soberbio trabajo de Bardem puede valerle un Oscar.