De tal palo tal astilla

La Ciudad Universitaria de la Complutense regresó ayer a las trincheras de la Guerra Civil. Hubo banderas republicanas, vivas a la República e himnos de la contienda, con cuatro brigadistas internacionales como invitados y los Carrillo, padre e hijo, como anfitriones. El homenaje a las Brigadas Internacionales, que hace 75 años llegaron a España para apoyar al bando republicano, se convirtió en una acto de ensalzamiento del bando republicano organizado por la Cátedra de la Memoria Histórica que se imparte en la Universidad con la colaboración de las fundaciones Largo Caballero, de UGT, y 1º de mayo, de Comisiones Obreras.

¿Cuál era el objetivo de colocar en pleno Campus un monumento en honor a los voluntarios extranjeros que lucharon contra los nacionales durante la Guerra Civil? Al destaparlo, el rector, José Carrillo, lo desveló: «Queremos que el ejemplo de las Brigadas Internacionales sea un ejemplo para las nuevas generaciones, que aquí es por donde pasan a diariopor estar la parada de Metro enfrente». Según el rector de la UCM, el grupo escultórico conmemorativo –formado por dos planchas de acero paralelas con la estrella de tres puntas, que identificaba a los brigadistas– corresponde a tres requisitos: visibilidad pública, perdurabilidad y dignidad.

En el acto estuvieron presentes cuatro brigadistas que participaron en la contienda española, así como el decano de la Facultad de Bellas Artes, Josu Larrañaga –cuyos alumnos han realizado el monumento–, la presidenta de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales, Ana Pérez y el histórico dirigente comunista y padre del rector, Santiago Carrillo. También acudieron representantes de las embajadas de Argentina, Canadá, Chipre, Eslovenia, Noruega, Rusia y Serbia.