Nueva York
La diplomacia europea se apunta a la videoconferencia para ahorrar
Algunos señalan, no sin cierta maldad, lo complicado que resulta entender el inglés a Javier Solana, y por tanto los mensajes que lanzaba cada vez que saltaba de un rincón a otro con la bandera europea en la mano. Sin embargo, todo el mundo quería aparecer junto al español en la foto porque, al que fue durante una década el representante de la Política Exterior europea, le sobraba química personal, lo que «supone el 80% de las relaciones internacionales», como bien decía.
Son otros tiempos y, sobre todo, nuevas circunstancias para la nueva jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, quien tiene el reto de poner en marcha antes del 1 de diciembre el Servicio de Acción Exterior (SAE). La nueva red diplomática tendrá que despegar en un periodo en el que los Estados miembros se aprietan el cinturón, y no quieren dar a Bruselas un céntimo más del necesario para derrochar por el planeta la escueta química de la británica. Por eso, Ashton tiene la intención de sustituir costosos viajes diplomáticos por videoconferencias.
De hecho, la Alta Representante abrirá este jueves el debate de la reunión informal de los Ministros de Defensa, reunidos en Gante (Bélgica), a través de videoconferencia. La británica se encuentra en Nueva York, junto con gran parte del colegio de comisarios, y para evitar las críticas de los Estados miembros, que ya le afearon que fallara al primer encuentro en Palma de Mallorca durante la presidencia española, participará a través del sistema art 3D.
Ashton piensa que Internet y las videoconferencias son una herramienta que «necesita ser más explotada, ya que es muy eficiente, rentable, requiere menos tiempo y resulta más ecológica», explica su portavoz Maja Kocijancic, quien añade que una vez que el SAE esté en funcionamiento se pondrá en práctica para todo el servicio y no solo para la Alta Representante.
Este año ha sido sin duda el del lanzamiento de las videoconferencias en los cónclaves europeos. Las cenizas del volcán islandés, que impidieron el desplazamiento de ministros europeos a alguna de sus reuniones durante el semestre español, y las continuas, y repentinas, discusiones de los ministros de Finanzas durante el agravamiento dela crisis del euroforzaron la celebración de casi media docena de encuentros digitales de los responsables de los Veintisiete.
Además, la revolución digital 2.0, con Facebook y Twitter a la cabeza, ha echado raíces entre los líderes europeos y las instituciones, como buen ejemplo da el Parlamento Europeo y su presidente, Jerzy Buzek. La Eurocámara se encuentra entre las más devotas de las nuevas tecnologías. Los partidos, como el Partido Popular Europeo también realizan proselitismo y pedagogía a través de los mensajes cortos de la red. Sin embargo, están aún lejos de la penetración que tienen las redes sociales en la política americana. Por algo somos el Viejo continente.
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