San Sebastián
Lacuesta pierde el paso por Carlos PUMARES
El prestigio y el nombre de un director no siempre avalan su trabajo. Suele suceder con algunas de las películas que se proyectan en los grandes festivales, y San Sebastián no es una excepción. Lo demostró ayer Terence Davies, aclamado por cintas como «Voces distantes» o «El largo día acaba» y que ha pinchado con su nuevo trabajo, «The deep blue sea», una historia convencional, bastante plúmbea, que está basada en una historia teatral de Terence Rattigan, lo que se nota en el peso de unos diálogos que se hacen eternos. La trama transcurre en 1950: una joven se casa con un importante jurista a quien abandona por un ex piloto de la RAF. La acción arranca con el intento de suicidio de la mujer y a partir de ahí, la acción se desarrolla en un solo día, con continuos «flashbacks» que embarullan y opacan la trama. No mejor fortuna corrió «Los pasos dobles», de Isaki Lacuesta, una coproducción suiza para la que ha contado con Miquel Barceló y cuyo resultado es un conjunto de secuencias unidas, no una película, por más que posean un gran valor étnico, pero nada más, no redondean un trabajo, aunque resulten pintorescas. A mi modo de ver, un gasto de dinero inútil, como los derroches de automóviles oficiales en algunas autonomías, que son increíbles. Se echa en falta mayor claridad y peca en exceso la voz en off, aunque cuente con un artista de primera en el trabajo.
Carlos Pumares