«Young Adult»: Ridícula reina del baile

¿Qué le ocurre a la reina del baile cuando los aplausos se apagan, los ex novios se casan y la vida recompensa a los que siguen las normas? «Young Adult» responde a estas preguntas como si Reitman aspirara a ser el Solondz del cine «mainstream», o como si Solondz prefiriera de repente a las chicas más populares del instituto en lugar de los marginados de la clase. Eso sí, al contrario que Solondz, que tiene claro desde dónde defiende lo indefendible, Reitman parece confundir la comprensión con la condescendencia. Es interesante ver a Theron encarnando a Mavis, repugnante escritora de novelas juveniles que vuelve a Minnesota para arruinar la vida de su ex pareja, casado y con un hijo recién nacido. Se produce una fricción curiosa entre la imagen que proyecta la belleza de Theron y la agresiva tendencia que tiene su personaje a despreciar al mundo mientras se pone en ridículo. La película incomoda porque nos obliga a compartir el punto de vista de esta fracasada misántropa, pero pierde pie cuando Reitman le quita a Mavis la venda y su autoengaño se enfrenta a la opinión que los demás –los aburridos habitantes del pueblo– tienen de ella. ¿Reitman celebra el tedio de los que han sabido crecer? ¿Culpa a los «freaks» de perpetuar la crueldad de una mujer incapaz de olvidarse de sus días de gloria? ¿Dónde se sitúa la mirada del director? Es difícil decirlo.