Los Ángeles
Laura Chinchilla primera mujer presidenta de Costa Rica
El príncipe Felipe de Borbón fue recibido con fuertes aplausos y hasta los piropos de las mujeres costarricenses.
Laura Chinchilla, la primera mujer presidenta de Costa Rica, inició hoy su mandato con un llamamiento a la unidad y el ofrecimiento de escuchar y mantener una "mente abierta"durante los próximos cuatro años.
En un discurso de tono moderado, sin frases altisonantes, Chinchilla se presentó a los costarricenses como una líder conciliadora cuya mayor promesa fue "servirles con humildad, honestidad y firmeza", en presencia de nueve jefes de Estado y el Príncipe de Asturias.
La jornada de celebraciones, que incluyó actos culturales típicos costarricenses, quedó empañada por la detención de cinco personas que, según la Policía, se enfrentaron a agentes durante una protesta simultánea al traspaso de poderes, que se realizó en el Parque Metropolitano La Sabana, en el centro de San José.
Sin tapujos, la nueva mandataria reconoció que tiene "limitaciones", pero aseguró que sus debilidades serán compensadas por el equipo de Gobierno que la acompaña, integrado por 21 ministros, nueve de los cuales son mujeres.
Chinchilla manifestó ante nueve jefes de Estado y el Príncipe de Asturias, que asistieron a su investidura, que abrirá "las puertas a todas y todos los costarricenses".
"No sólo a los partidos políticos y a los gremios sociales o empresariales, sino también a los ciudadanos que a menudo nadie representa", puntualizó en el discurso, que como reconocida católica concluyó con una petición de que Dios y la Virgen de Los Ángeles -patrona del país- "ilumine y bendiga"Costa Rica.
Incluso agradeció la presencia en la ceremonia de sus rivales políticos en las elecciones del pasado 7 de febrero.
"Su presencia en este acto es signo de mejores días para Costa Rica", dijo. "Nadie debe pretender el monopolio de la verdad. Constituye, más bien, un imperativo ético escuchar, poner oído atento y deliberar. Esta premisa orientará la acción de mi gobierno", subrayó la nueva gobernante.
Sin promesas específicas, Chinchilla hizo un repaso por las tareas prioritarias de su Gobierno, que tocan temas como seguridad, vivienda, salud, educación, generación de empleo, apoyo a la pequeña y mediana empresa, competitividad, ambiente, tecnología e innovación.
La politóloga de 51 años dejó de lado el discurso en primera persona y se refirió a los deberes de los ciudadanos, al tiempo de declarar que se trabajará "en equipo por una Costa Rica más segura y más tranquila, con mayor y mejor presencia policial y con una más depurada cultura de la legalidad".
"Trabajaremos por una Costa Rica más próspera y competitiva, generadora de riqueza, comprometida con las micro, pequeñas y medianas empresas, y con empleos más productivos y mejor remunerados", acotó.
Reiteró además su apuesta por el desarrollo ecológico con el fin de tener "una Costa Rica próspera y verde", y al mismo tiempo volcada sobre las nuevas tecnologías y la innovación.
En su primera acción como presidenta, Chinchilla firmó cuatro decretos en los que se incluye una moratoria a la actividad minera de oro tanto a cielo abierto como subterránea y varias medidas sociales.
Esta medida impedirá la gestión de nuevos proyectos de este tipo en el futuro, pues han levantado mucha polémica en el país por su impacto ambiental.
La gobernante declaró de interés público y conveniencia nacional la Red Nacional de Cuidado y Desarrollo Infantil, una cadena de centros sociales de atención a personas que precisan de asistencia permanente, una de sus principales promesas de campaña.
Además, creó por decreto un Comité Consultivo sobre seguridad ciudadana, encabezado por ella misma e integrado por representantes de los tres poderes del Estado y así como la figura del Comisionado Nacional Antidrogas, que tendrá la responsabilidad de la prevención y el combate al narcotráfico.
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