Estrasburgo
El Sajarov para la disidencia cubana un premio más necesario que nunca
Este miércoles una silla vacía en el Parlamento Europeo demostró por qué la concesión del Premio Sajarov de Derechos Humanos al disidente cubano Guillermo Fariñas era absolutamente necesaria este año.
El régimen cubano impidió a Fariñas salir de la isla y viajar a Estrasburgo, un gesto que demuestra por si solo que muy pocas cosas han cambiado allí en los últimos meses pese a los insistentes esfuerzos del Gobierno español por demostrar lo contrario.
No es la primera vez que el Parlamento Europeo reconoce la lucha de un cubano contra la dictadura (antes ya se premió a las Damas de Blanco y a Oswaldo Payá) y tampoco es la primera vez que el gobierno castrista ignora la voz del Parlamento cuando defiende conceptos como ‘libertad', ‘derechos humanos' o ‘democracia'.
La defensa de estos derechos es la que ha llevado a Guillermo Fariñas a estar al borde de la muerte durante varias huelgas de hambre con las que ha arriesgado su vida para denunciar al mundo los abusos y coacciones del gobierno castrista. Con su última huelga intentó prorrogar la lucha pacífica del fallecido disidente Orlando Zapata, y no cesó hasta que la dictadura accedió a liberar, para luego exiliar, a varias decenas de presos políticos.
Con el Sajarov, el Parlamento reconoce a Fariñas una larga trayectoria entregada a la lucha por los valores democráticos y por una Cuba más libre y abierta y, en definitiva, más democrática.
Con este premio, además, la UE muestra claramente su rechazo a la postura del gobierno español y reafirma su intención de no modificar la Posición Común hacia la isla vigente desde 1996. Unas cuantas liberaciones en momentos de presión internacional y de especial sensibilidad tras el fallecimiento de Orlando Zapata son insuficientes y no prueban la más mínima voluntad del régimen de avanzar hacia un régimen más democrático. Como he repetido muchas veces en los últimos meses, basándome en información directa de los Primeros Ministros de Gobiernos europeos que pertenecen al PPE, la Posición Común nunca ha estado cerca de ser modificada. Las señales en esa dirección respondían más a la obsesión del Gobierno sobre este asunto –y en particular del ex Ministro Moratinos- que a una voluntad real del resto de socios europeos.
La Posición Común sigue vigente y sigue siendo importante porque da esperanza al pueblo cubano. Con ella les decimos que no están solos, que al menos el PPE no les va a abandonar, como ha vuelto a demostrar promoviendo la candidatura de Fariñas al Premio Sajarov.
Tan vigente sigue la Posición Común que la responsable de Exteriores de la UE, Catherine Ashton, ha vuelto a aplazar –ahora hasta enero - la discusión sobre la modificación o no de esta Posición Común de los 27, inicialmente prevista para este mes. No hay consenso ahora para ello y difícilmente lo habrá a corto plazo salvo que el régimen castrista cambie radicalmente. Ojalá esto ocurriese y no fuese necesario conceder más Premios Sajarov en el futuro a disidentes cubanos.
Antonio López-Istúriz es Secretario General del Partido Popular Europeo (PPE) y eurodiputado