Sevilla
Cuatro años para un bulevar
Gaesco advierte de que el planeamiento sigue sin ejecutarsey esta situación «frena» el crecimiento local.
El «affaire» sobre el destino del dinero ingresado por el Ayuntamiento de los convenios urbanísticos, alentado por los empresarios de la construcción, deja en evidencia otro asunto grave: en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) está casi todo por hacer. Hace ya cuatro años que el nuevo planeamiento superó su aprobación definitiva y sólo se ha culminado una de las infraestructuras viarias programadas durante el primer bienio, el bulevar de Bellavista.Según los datos aportados por la Gerencia de Urbanismo, éste es el único objetivo cumplido en el cronograma de actuaciones del PGOU en lo que a sistemas generales viarios se refiere. Se trata de la obra de menor volumen económico, ya que su presupuesto se quedó en 3.260.000 euros. Al menos, otros dos proyectos están en marcha con trabajos visibles, el nuevo acceso al Puerto de Sevilla en Palmas Altas (por 5 millones) y el paso soterrado entre las avenidas de la Palmera y Cardenal Bueno Monreal, con 5,5 millones de inversión «cargados» al Plan Proteja de la Junta de Andalucía.EvaluaciónEl último balance urbanístico incluye otra infraestructura finalizada, el tramo hispalense del acceso norte a La Rinconada por 12.647.500 euros; pero la patronal de la construcción Gaesco prefiere no contar este proyecto hasta que esta vía interurbana esté culminada en su totalidad.A partir de aquí, el cumplimiento de los sistemas viarios previstos en el PGOU se queda en expectativas sobre el papel y plazos de ejecución inciertos. La Gerencia reconoce tres actuaciones comprometidas dentro del primer bienio de aplicación del planeamiento, especificando que están redactados los proyectos de las rondas urbanas de Palmas Altas al Pítamo (13,9 millones) y entre los arroyos Miraflores y Ranillas (esta última de «comienzo inminente» por 25,4 millones) y admitiendo que no hay avances en la vía del parque del antiguo cauce del río Guadaíra (6,7 millones).No obstante, el PGOU programa expresamente la ejecución en sus primeros cuatro años de vida de otras cinco infraestructuras viarias de las que poco se sabe. Son el bulevar en el acceso desde Málaga, el «eje dinamizador» del Guadaíra, el enlace de las tecnópolis, la conexión del parque del Higuerón con Valdezorras y el paso subterráneo entre la Ronda del Tamarguillo y la avenida de Andalucía. Éste es uno de los viales con los que Urbanismo pretende compensar el incumplimiento en los plazos de ejecución marcados. El balance oficial incluye este pasaje inferior entre las «obras en ejecución» por 4,8 millones del Plan Proteja, pero en la zona todavía no se advierte movimiento alguno de operarios y maquinaria.CompensaciónLa Gerencia suma a esos proyectos de construcción anticipada la conexión de la SE-30 con el acceso norte de La Rinconada, aunque sólo están listos el anteproyecto del tramo de la A-66 a la SE-20 y el proyecto de la conexión entre ésta última y la ronda de circunvalación actual. Tampoco tiene problema en incluir el primer tramo en construcción de la SE-40 (por 6,2 millones) y su futuro Paso Territorial Norte (26,5 millones), que solamente cuenta con su anteproyecto y está a cargo, como en el caso anterior, del Ministerio de Fomento. La lista termina con los tramos 4 y 5 de la ronda urbana entre los arroyos Miraflores y Ranillas, igualmente en fase de redacción por 4,9 millones.Con estos datos sobre la mesa, el gerente de Gaesco, Manuel Sillero, no puede ocultar la «preocupación» del colectivo por el «enorme retraso en el desarrollo del PGOU». Los empresarios critican que el incumplimiento de los plazos previstos en materia de infraestructuras viarias afecta al desarrollo de sus terrenos y al crecimiento de la ciudad. AdvertenciasAlertando de que la historia vuelve a repetirse, la patronal de la construcción recuerda que la ciudad se vio perjudicada en su día porque el anterior PGOU se prolongó durante 18 años, cuando el periodo normal oscila entre los ocho y diez para que no quede obsoleto. Sillero insiste en que «la larguísima duración» del último planeamiento «lastró el crecimiento natural de la ciudad» y denuncia que el nuevo documento no ha empezado a aplicarse, así que realmente Sevilla sigue funcionando con unas directrices urbanísticas «vigentes hace 22 años».En estas condiciones, poco anima a los constructores de la provincia que Urbanismo contemple entre los logros del actual PGOU los sistemas generales de espacios libres que suponen los trece proyectos de regeneración de los cauces fluviales que, en realidad, está ejecutando la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), o la rehabilitación de la Alameda de Hércules por 5,8 millones de euros.
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