Habla mudita por Julián Redondo

Disgustos, desilusiones encadenadas, crueldad intolerable y una frase a flor de labios entre los expedicionarios españoles en Londres: «Una medalla menos». Todo resta. El atletismo, por los suelos, literal; con lo que duele, los franceses buenos y los menos buenos zarandean a Feliciano y Ferrer por «partido doble»; el baloncesto pierde con Rusia un encuentro de locos y ahora medita, quién sabe, si forzar la máquina en sentido inverso para no ver a Estados Unidos en semifinales. El rojo se decolora, los diplomas no son consuelo y la clasificación de Marta Domínguez para la final de los 3.000 transporta el tufillo de la «vendetta». La única alegría del atletismo español después de dos jornadas aciagas hizo mutis por el foro. «¡Maaarta!». Chitón. Arroja la maldita «operación Galgo» a la cara de quienes creyeron en ella y de quienes la enfangaron. No discrimina. Cuán lejos de la ternura que despertó Kity Manver en don Ramiro (José Luis López Vázquez). Ojalá consiguiera Manuel Gutiérrez Aragón que esta mudita hablara.