Dakar
Turismo o solidaridad
Viven de la subvención pública y de donaciones privadas. Los cooperantes son profesionales con sueldo.
«Vivimos un perpetuo cuestionamiento de nuestra labor, seguramente nos preguntamos por lo que hacemos demasiadas veces», dice un representante de una ONG para el desarrollo en España. Durante esta semana también se lo han preguntado varias veces desde fuera. La caravana solidaria catalana ha puesto en la diana a las organizaciones no gubernamentales, que viven tanto del dinero privado como del público y a las que no se les perdona que actúen como si el peligro no existiera. «Pero es que evaluamos el peligro constantemente», cuenta Joan Tubau, de Médicos sin Fronteras.
«Si nos dicen que una carretera es peligrosa y vamos a pasar para dar el sueldo a alguien o repartir lápices, no la atravesamos. Pero si nos dicen que es necesario un cirujano para operar a varias personas en peligro, es probable que lo intentemos». Sólo en contadas ocasiones se necesita escolta y eso sucede porque algo ha fallado. El trabajo del cooperante no es llegar y ayudar: consiste en un largo trabajo de campo. Se necesita un entendimiento con quien tenga la autoridad, sea lo incómodo que sea. Lleva tiempo reconocer quién manda y que éste sepa qué es la ONG y cuál va a ser su trabajo. Una vez conseguido se puede empezar a trabajar.
Mejor profesionales pagados
No hay espacio para los «amateurs», tampoco para los turistas. Pero no todos son Médicos sin Fronteras, Ayuda en Acción o Acción contra el Hambre. Del 11 al 24 de octubre, la Fundación Dharma ofrece un viaje por 1.700 euros a Delhi, Agra, Jaipur y Vrindavan, donde tiene su sede. Es un viaje que se vende como barato, organizado, turístico y solidario.
Durante cuatro días se puede repartir comida entre los niños, ver cómo juegan y después descubrir la India, con acceso privilegiado a algunos monumentos. Turismo, seguro que es.
¿Solidaridad?: «Mira –dice Luis Antonio Pulido, el director general–, aquí viene la gente a hacer turismo, otros por solidaridad y otros, que tienen el corazón como una piedra, y les da igual todo lo que ven». A Luis el viaje solidario le sirve para que la gente tome conciencia de cómo está el mundo y que, aunque se apunten porque es más barato, abran los ojos y al final produzcan beneficios a la población que visitan. «Si logramos donaciones o apadrinamientos es bueno», dice. Para Luis, que conoce esa zona de la India y asegura que no hay peligro, está claro que se puede ser turista y solidario. Para las ONG son términos contradictorios.
En las grandes organizaciones no gubernamentales quienes ejecutan la solidaridad son profesionales pagados, que pasan meses y meses en el terreno, que ya tienen experiencia y que, durante los años que son cooperantes, viven de eso. Las ONG para el desarrollo mueven más de 600 millones de euros, que les llegan a través de subvenciones públicas o privadas y pasan constantes auditorías. Se preguntan sobre su funcionamiento, su financiación y, por supuesto, sobre la seguridad.
Cuando vas por una zona poco recomendable tienes que conocer quién manda, ir con guías, por carreteras de doble carril, saludar a las mafias y pagar para pasar de un país a otro, incluso de un poblado a otro. Son reglas que conoce cualquier viajante. La Congde (confederación de ONG para el desarrollo) es mucho más estricta. Según los datos que maneja, siete de cada 10 muertes de cooperantes se producen en carretera. Es más peligroso que el terrorismo o la delincuencia y, sin embargo, las caravanas utilizan la carretera como medio de transporte. No es sólo que sean malas, es que los conductores llevan el coche a su manera. Además, al tener que atravesar los países y pagar aduanas, el viaje se encarece y, añade Olivier Longué, vocal de Congde, la incidencia en los países a los que se llega es escasa.
Pero, claro, «mañana, con dos amigos, tú fundas una asociación, compras un par de coches y recibes llamadas de gente para hacer donaciones a un lugar con problemas y viajas hasta allí para ser solidario. Eso lo puedes hacer, pero es muy peligroso», cuentan desde una ONG. Además de que daña su imagen. «Las caravanas esas son publicidad de niñatos. Esas cosas no les pasan a los misioneros o las monjas», dice el sociólogo Amando de Miguel.
Francisco Osán, de Acciò Solidaria, tiene, evidentemente, otro punto de vista: «No todas las ONG son multinacionales con camiones, aviones, coches todoterreno y muchos medios. Hay muchas pequeñas sin recursos para llevar placas solares o bombas de agua que no pueden encontrar sobre el terreno». Tomás es presidente de Anafa, una asociación que ha viajado varias veces con Acciò Solidaria, pero este año, por falta de espacio en los camiones para llevar las placas solares, no pudieron ircon ellos en este último viaje.
Como en otras ocasiones, Anafa organizó por su cuenta una Caravana que salía desde el puerto de Dakar hasta Ziguichor, trasladando los camiones y demás material que había salido desde el puerto de Castellon (Valencia) en España a través de la naviera Messina y la colaboracion de las empresas Siesma y Gimeno. El material llegó a Senegal con una semana de retraso porque el barco había hecho una escala no prevista, en Italia.
Tomás reconoce que hay tramos peligrosos pero el Ministerio de Defensa de Senegal colaboró en la realización de la Caravana que transportaba todo el material desde Dakar hasta Affiniam. Así, contaron con la ayuda de los militares de la zona de Kolda y los paracaidistas. En total, calcula que el coste del viaje llega a los 80.000 euros. Lo ha hecho varias veces y lo volverá a hacer. Por solidaridad.
Más de cien muertos y 92 secuestrados en África
- Pese a que África es el continente que más noticias produce, la labor más importante de las ONG españolas para el desarrollo se realiza en América del Sur. El factor idioma, que facilita la comunicación con la gente local, es fundamental para que el trabajo de campo sea más sencillo. Las ONG que trabajan en esta zona son abundantes: hay unas 79 y mueven cerca de 163 millones de euros.
- Sin embargo, es África quien más llama la atención porque es un lugar más peligroso. En 2009 murieron 102 cooperantes de todo el mundo y han sido 92 los secuestros que se produjeron el año pasado. África es el peligro. El grueso de las organizaciones no gubernamentales está formado por mujeres, que son el 70 por ciento de la plantilla y, sin embargo, en los cargos de responsabilidad, las mujeres sólo llegan al 40 por ciento de representación.
- Son organizaciones en las que los jóvenes tienen mucho que decir: entre los 25 y 44 años se agrupan el mayor grupo de profesionales de la ONG. Aquí, sólo el 15% de la población está implicada en labores de cooperación. En el resto de Europa, llega al 35%.
- Las ONG piden más implicación para poder hacer su trabajo, aunque ahora tienen que hacer frente a la mala publicidad que les ha llegado por culpa de la caravana y también al recorte de gasto que impuso Rodríguez Zapatero para ahorrar.
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