Tejero vuelve a dar el golpe

Allí está la voz del pueblo y me parece una falta de respeto, pero es mi oficio»; emocionado y sudoroso, con un cigarro en la mano y el tricornio en otra, lo cuenta Paco Tous en un descanso del rodaje de «23-F» en el Centro de Estudios del Ejército de Madrid. Hasta ahora era Paco, el de «Los hombres de Paco», de Antena 3. A partir del próximo 23 de febrero, cuando se estrene el filme de Chema de la Peña sobre el fallido golpe de Estado de 1981 coincidiendo con su 30 aniversario, pasará a ser reconocido como Tejero.

«Quieto todo el mundo»
La escena pudo reconstruirse hace unos días en el Congreso gracias a la medidación de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, pues les habían negado el permiso. A diferencia de otros protagonistas del filme, como el Rey (Fernando Cayo), Alfonso Armada (Juan Diego) y Sabino Fernández Campos (Mariano Venancio), su personaje apenas volvió a los medios. Le bastó un «quieto todo el mundo» para ganarse un renglón en la Historia de España. Y gracias a eso,Tous se sabe con la libertad de sentir su propio vacío en la derrota y también las causas que llevaron a un grupo de militares a tomar la Cámara Baja con los diputados dentro: «Las comparta o no, este hombre tiene sus motivaciones. Hay una frase del guión que le dice a Suárez: "80 sólo el año pasado, tenían mujeres e hijos"» –hace referencia al número de víctimas de ETA entre Guardias Civiles y militares durante el año 1980–.

Sólo los intérpretes tienen manga ancha para fabular, el guión es meticuloso con los hechos históricos, que describen hora a hora, al haber destilado toneladas de documentación. Así lo ha querido Ignacio Salazar -Simpson, el productor y motor del proyecto, que pondrá buena parte de los 4,5 millones que costará el rodaje: «No tomamos parte por nada ni por nadie.
Contamos las cosas como ocurrieron. No vamos a descubrir ninguna trama invisible», subraya el director, Chema de la Peña, que ha logrado filmar en otros escenarios reales como el antiguo Ministerio de la Guerra. Ambos están sorprendidos de que nadie se haya interesado por un hecho tan cinematográfico como éste: «Si hubiera ocurrido en Estados Unidos, habrían hecho ya 15 películas. Todo el mundo de la generación anterior a la nuestra recuerda lo que estaba haciendo el día que murió Kennedy. El 23-F es el equivalente en nuestra generación», comenta el productor.

Juan Diego vuelve a lucir uniforme –fue Franco en «Dragon Rapide»– como Alfonso Armada, «el más culto de todos los militares»: «Él recondujo este golpe desde su concepto de servicio a la monarquía. Trabajaba por Dios, la Patria y el Rey, mientras Tejero sólo lo hace por Dios y por España». El actor ve en este filme «la recuperación de otra memoria histórica» y «un homenaje al pueblo español que salió a la calle después para decir sí a la democracia».


Anécdotas inéditas
Las entrevistas con los protagonistas de aquel día han sacado a la luz anécdotas hasta ahora inéditas que se verán reflejadas en filme, como esta que ha transmitido Pedro Erquicia, uno de los responsables de TVE en aquel momento: «Durante el rodaje del mensaje del Rey que después se emitió por televisión había en la sala un reloj a punto de dar las doce campanadas y que no debían sonar. Entonces la Reina se subió a un taburete y lo paró», asegura el productor, aunque hay versiones contradictorias.