Estados Unidos
Terror en la frontera
La guerra más mortífera no es un conflicto «clásico». Se está librando en la frontera entre México y EE UU. Estas son sólo la notas de trabajo
Éste era el tipo de guerra que libraban los cárteles durante las dos semanas de la Navidad de 2008:
-Un hombre que se hacía pasar por pescador, y dijo llamarse Enrique Portocarrero, es detenido en Colombia por diseñar y construir veinte submarinos de fibra de vidrio para llevar cocaína a la costa de México. Se apodaba Capitán Nemo.
-Un miembro de la guardia personal permanente del presidente Calderón fue detenido y acusado de estar a sueldo del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, a los que además revelaría secretos sobre las medidas políticas y movimientos del presidente.
-Se encuentran los cuerpos decapitados de doce soldados del Ejército Federal en el estado sureño de Guerrero, la más cruenta ejecución en una sola acción de miembros del Ejército desde la Revolución mexicana de 1910. Cuando los ejecutaron, tenían los brazos y los pies atados y se encontró un mensaje que rezaba: «Por cada uno de los nuestros que matéis, nosotros mataremos diez».
-El informe estadounidense Evaluación Nacional de la Amenaza de Droga para el año 2009 afirma que «Las organizaciones de tráfico de drogas mexicanas representan la mayor amenaza del crimen organizado para Estados Unidos».
Durante las dos primeras semanas del nuevo año, 2009:
-Veintiuna personas son asesinadas en cuarenta y ocho horas en Ciudad Juárez y sus alrededores.
-Veintisiete personas asesinadas en una semana en Baja California.
-Un canal de televisión de Monterrey es atacado con granadas tras informar sobre asesinatos de los narcos.
-El general Mauro Enrique Tello Quiñones, que dejó el Ejército para trabajar como asesor de seguridad para el alcalde de Cancún en su lucha contra el narco, es secuestrado, torturado y ejecutado con dos de sus ayudantes. Entre los detenidos se encuentra el jefe de la policía de Cancún y varios de sus altos oficiales.
-En Tijuana es arrestado Santiago Meza, acusado de desintegrar trescientos cadáveres en ácido.
-Entre las veintiuna personas asesinadas durante la primera semana del año en Tijuana hay cuatro decapitados de diecisiete años.
-Veintiún funcionarios de las fuerzas del orden son detenidos en Tijuana por proteger al cártel de Arellano Féliz. Se discute si se trata de una ofensiva genuina de las autoridades contra la corrupción o si las citadas autoridades trabajan para el cártel rival de Sinaloa.
El paso de las navidades de 2009 al Año Nuevo de 2010 fue como sigue:
-Durante los cuatro primeros días de diciembre, veinticinco personas son asesinadas en Ciudad Juárez mientras una inusual nevada cubre la ciudad, lo que hace ascender la suma total de muertos en el año a 2.390 sólo en esa ciudad.
-Se descubre que sólo el dos por ciento de los tan cacareados 1.400 millones de dólares de la Iniciativa Mérida de ayuda de Estados Unidos a México para combatir a los cárteles ha llegado al país receptor debido a problemas burocráticos, normas de contratación y dificultades para enviar helicópteros a México.
-Trece gángsteres de los Zetas mueren cuando marines mexicanos irrumpen en un refugio de los narcos en las afueras de Monterrey. Varios transeúntes, entre ellos una niña de doce años, resultan heridos durante el intenso tiroteo. Los Zetas pidieron ayuda, que llegó en una docena de vehículos armados que se enfrentaron a una patrulla del Ejército que venía en camino.
-Un profesor y consejero escolar estadounidense del sur de California, Bobby Salcedo, es secuestrado y asesinado en Durango cuando visitaba el pueblo de su mujer, Gómez Palacio, durante la celebración del hermanamiento entre ese pueblo y el de él. Otras cuatro personas fueron secuestradas y asesinadas.
-La Corte Interamericana de Derechos Humanos dictamina que México ha investigado inadecuadamente las muertes de mujeres jóvenes secuestradas, torturadas, violadas y asesinadas en Ciudad Juárez.
-Antonio Mendoza Ledezma, miembro de la pandilla callejera de los Aztecas que actúa como brazo armado del cártel de Juárez, es acusado de participar en el asesinato de doscientas personas.
-El periodista Bladimir Antuna, de Durango, que tras recibir varias amenazas de muerte se jactaba ante sus colegas de que no le importaba que lo mataran pero le aterrorizaba que lo torturan, es hallado torturado hasta la muerte.
-Aparecen seis cuerpos en descomposición en el centro turístico costero de Puerto Peñasco, Sonora, un lugar fecuentado por turistas estadounidenses.
-Fuerzas especiales de la Armada realizan la redada más exitosa contra uno de los principales jefes de la droga: Arturo Beltrán Leyva, jefe del cártel rebelde enfrentado al de Sinaloa del Chapo Guzmán y al Gobierno mexicano, es asesinado en su casa de Cuernavaca.
-Un alférez de las fuerzas especiales de la Armada, Melquisedet Angulo Córdova, fue asesinado durante el tiroteo en que cayó Beltrán Leyva. Dos días después de su funeral, unos pistoleros irrumpen en la casa de la familia Angulo Córdova y asesinaron a cuatro parientes, entre ellos a su madre.
-El cuerpo de Hugo Hernández, de treinta y seis años, secuestrado en Sonora, aparece en Los Mochis, Sinaloa, aunque no entero. Su torso se encuentra en su sitio; sus brazos y piernas amputados, en cajas, en otro, y su cráneo en un tercero. Pero le han despellejado la cara, que han dejado cerca del Ayuntamiento de Los Mochis, cosida a un balón de fútbol.
Ed VULLIAMY
Ficha
Título del libro: «Améxica. Guerra en la frontera».
Autor: Ed Vulliamy.
Edita: Tusquets Editores.
Sinopsis: La frontera entre México y Estados Unidos se extiende a los largo de 3.400 kilómetros. En esta zona de gran intercambio comercial se libra una de las guerras más cruentas y mortíferas, mantenida entre los cárteles de la droga entre sí –el de Sinaloa y los Zetas– y contra el Ejército mexicano. La violencia, que se extiende a toda la población, ha provocado más de 24.000 muertos entre 2006 y 2010. Para escribir este libro, el corresponsal de guerra Ed Vulliamy estuvo en Tijuana, Ciudad Juárez –considerada la urbe más peligrosa del mundo– y los desiertos de Sonora y Arizona, donde los cárteles se están haciendo también con el control de la emigración.