Dublín
Ian Gibson un premio Fernando Lara al hispanismo
El historiador obtiene este galardón con la novela «La berlina de Prim», una obra que indaga en el asesinato del militar
Ian Gibson ganó ayer el XVII Premio de Novela Fernando Lara, uno de los más destacados de la literatura en español, que está dotado con 120.200 euros. De nuevo la cita con la literatura en la primavera sevillana se desarrolló en el marco de los Reales Alcázares, donde se dieron cita las personalidades de la cultura, la empresa y la sociedad sevillana. Antes de que comenzaran la ceremonia y las deliberaciones del jurado, se desarrolló un ameno cóctel en el que los asistentes comentaron la actualidad literaria del panorama español, y donde las conversaciones previas se centraban en los posibles aspirantes al premio, uno de los de más larga trayectoria de nuestro país. Los invitados, como es habitual en esta clase de eventos, barajaban nombres en una quiniela que todos querían ganar. «Andalucía está cada vez más presente en mi vida. Me ha hecho muy feliz. Me ha dado muchos amigos, a Góngora, a los Machado, a Lorca, y la idea de esta novela», aseveró el irlandés tras el profundo y largo aplauso que le dedicó el público asistente al conocerse el fallo. «Es un atrevimiento para mí escribir esta novela, porque no es mi idioma materno», comentó Gibson.
Horas de incertidumbre
La gala discurrió durante una agradable cena que comenzó cerca de las nueve de la noche y que se prolongó hasta más allá de la medianoche, cuando se hizo público quién había obtenido el galardón y el premiado dijo sus primeras palabras de agradecimiento tras horas de incertidumbre. De eso se trata, pues una de las peculiaridades de este certamen es que a medida que pasan los minutos, la criba de los aspirantes se va estrechando, por lo que las cábalas y las especulaciones sobre sus nombres aderezan las conversaciones de los comensales. Hay que recordar que el Premio Fernando Lara de novela se entrega durante la celebración de la Feria del Libro de Sevilla.
Entre los asistentes se encontraban el escritor y novelista Juan Eslava Galán, quien ayer se encargó de pronunciar el pregón de este encuentro literario. Además del autor de «En busca del unicornio», se encontraban también el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch, su esposa, Consuelo García Piriz, el alcalde Sevilla, Juan Ignacio Zoido, la directora de la Fundación José Manuel Lara, Ana Gavín, el delegado de L A RAZÓN en Andalucía, Francisco Reyero, y el director de Relaciones Institucionales de nuestro diario en Sevilla, Enrique Miguel Rodríguez.
El hispanista ganó con la obra titulada «La berlina de Prim», que se presentó bajo el nombre de «El retorno de Boyd». Es un libro que narra las aventuras de un periodista irlandés que, a finales del siglo XIX, se viene de su país a España para indagar en el asesinato del general, uno de los grandes misterios pendientes en la Historia de nuestro país. La trama discurre entre dos ciudades: Madrid y Sevilla. Dos enclaves que conoce perfectamente debido a la prolongada trayectoria que ha desempeñado. Reflexionando sobre la novela, señaló que en España hay «todavía muy poca memoria». «Casi no se recuerda la Primera República, el Sexenio Progresista ni el asesinato del general Prim, que todavía está por esclarecer».
Desde que Gibson naciera en 1939 en Dublín –por algo, precisamente, el protagonista principal de esta novela es un irlandés–, la cultura española ha ejercido siempre un poderoso atractivo sobre él. Sobre todo a raíz del impacto que le produjo la lectura de García Lorca, concretamente de «El romancero gitano». Más tarde, publicaría una monumental biografía dedicada al poeta de Fuentevaqueros, que ahora mismo está considerada un clásico. Una obra esencial para conocer la vida y los pormenores de la muerte del escritor, que Gibson escribió después de haber llevado a cabo largas investigaciones. De hecho, sólo en 1985, después de quince años de inquisiciones, se decidió a publicar el primer tomo, titulado «Federico García Lorca, I: De Fuentevaqueros a Nueva York», al que le seguiría la segunda parte en 1987. Los dos libros se convirtieron al momento en grandes «best sellers». Y él se confirmó como uno de los más reputados especialistas en esta figura –de hecho, su primer estudio sobre la muerte de García Lorca, que data de 1971, estuvo prohibido en España durante el franquismo–.
Su relación con España le indujo a abandonar la enseñanza universitaria en Belfast y también a dejar sus clases de literatura hispánica en Londres, para dejar definitivamente las islas británicas y trasladarse a España. Desde ese momento, ha desempeñado su labor científica e histórica en nuestro país. De hecho, tiene nacionalidad española desde hace varios años. Después de ahondar en Lorca, abordó la biografía de un compañero del poeta y dramaturgo en la Residencia de Estudiantes. Y comenzó a escribir otra larga semblanza, pero esta vez dedicada a Salvador Dalí y su relación con el poeta en sus libros. Algunas partes de este estudio resultaron muy impactantes y levantaron una fuerte polémica.
El detalle
UN PALACIO PARA LAS LETRAS
El Premio Fernando Lara de novela esta intimamente ligado a la ciudad de Sevilla. A estas alturas no se entendería este galardón sin su relación con la capital hispalense. Esto se refleja en el lugar de celebración que se ha elegido: los Reales Alcázares. Sin duda, uno de los lugares con mayor tradición cultural del patrimonio español. No en vano, aquí Andrea Navagero introdujo en España los gustos italianos durante la boda de Carlos V, que se celebró en este mismo palacio sevillano. Con estos precedentes, parece que queda zanjada cualquier duda sobre si éste es o no un lugar predilecto de las letras. Si existiera esta duda, también podemos recordar que estos jardines eran cuidados por Joaquín Romero Murube, de la generación del 27.
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