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Benedicto XVI: «Que vuestra vida sea un lugar de belleza»

Teólogo, intelectual y con gran sensibilidad estética, el Papa animó a los artistas a no temer la verdad ni la fe.

Miles de peregrinos esperaban esta tarde la llegada del Papa a Fátima
Miles de peregrinos esperaban esta tarde la llegada del Papa a Fátimalarazon

MADRID- Benedicto XVI pasó ayer la mañana con los cultos y poderosos en Lisboa y, como contraste, por la tarde llegó a Fátima, símbolo de la sabiduría de los pequeños y los humildes, donde cinco millones de peregrinos anuales veneran a dos niños, pastores analfabetos, como beatos de la Iglesia. De hecho, el motivo oficial del viaje papal son los 10 años de la beatificación de Francisco y Jacinta dos Santos, que nunca llegaron a ir a la escuela, tuvieron sus primeras visiones en 1916, con 8 y 6 años, y murieron con 11 y 10 años. Sus cortas vidas contrastan con la del anfitrión del Papa por la mañana, el cineasta Manoel de Oliveira, que a sus 101 años sigue estrenando películas. Cuando la Virgen se apareció en Fátima, durante la Primera Guerra Mundial, Oliveira tenía la misma edad que Francisco, y cuando nació el bebé Joseph Ratzinger ya tenía 18 años y trabajaba en el cine mudo. Oliveira representó a los 1.500 asistentes al encuentro del Papa con el mundo de la cultura. En su discurso afirmó que «las raíces de la nación portuguesa y de toda Europa, queramos o no, son cristianas» y sugirió que en el arte y la religión residen «la memoria y la nostalgia del Paraíso perdido del que nos habla la Biblia, tesoro inagotable de nuestra cultura europea». Por su parte, el Papa recordó que «para nosotros, cristianos, la Verdad es divina; es el "Logos"eterno, que tomó expresión humana en Jesucristo», propuso el «respeto dialogante» que puede «abrir puertas nuevas para transmitir la verdad» y animó a los artistas a hacer «cosas bellas, pero sobre todo, convertir vuestras vidas en lugares de belleza».

Sócrates, «religiosidad propia»La otra gran cita de la mañana fue con el primer ministro, el socialista José Sócrates. Al contrario que Zapatero durante la visita papal a Valencia de 2006, Sócrates sí asistió a la misa del Pontífice el martes. «Tengo una religiosidad propia», afirmó el político que ha implantado en Portugal el divorcio rápido, el aborto libre en plazos y el matrimonio homosexual. «Me gusta participar en el sentimiento trascendente con otras personas», declaró a la salida de la misa. Ayer, en el encuentro con el Papa, alabó el trabajo social de las instituciones católicas y sus relaciones «excelentes» con el Estado.Al llegar a Fátima por la tarde, el Papa ofreció una rosa de oro ante la imagen de la Virgen, en la capilla de las apariciones. En una oración compuesta por él, comparó la bala del pistolero Alí Agca, insertada en la corona de la imagen, con «la bala de nuestras preocupaciones y sufrimientos». A las seis celebró vísperas con unos 6.000 clérigos, a los que propuso el modelo de la Virgen y del Santo Cura de Ars y les pidió que se apoyen mutuamente. A las nueve y media, una multitud le acompañó en el rezo del Rosario y la procesión de las antorchas.Por su parte, el prefecto emérito de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal portugués José Saraiva, rechazó el martes en declaraciones a Radio Vaticano que la Iglesia esconda ningún secreto más de Fátima, como algunos rumorean dentro y fuera de la Iglesia. «La tercera es la última parte del mensaje secreto; no existe razón alguna para afirmar que existe una cuarta parte», aseguró.