Francia
El Rey se recuperará para la Fiesta Nacional
Al menos, así lo cree su traumatólogo, Ángel Villamor, que tiene facha de galán norteamericano con estilo italiano. Impactó acudiendo el lunes por la noche a la fiesta de «Marie Claire» en la sede de joyería Rabat, donde también estaban Cristina Tárrega y Fiona Ferrer, que estrenaba melenita casi platino. Joana Bonet –con sobresaliente broche isabelino de diamantes– anunció que Elie Saab será su próximo homenajeado el 17 de noviembre en el evento que siempre ampara la cálida embajada de Francia, donde Bruno Delaye hermana afrancesamiento con españolismo.
Fue una reunión casi insólita por la calidad de los invitados. Incluso el traumatólogo del Rey, confiado en que el 12 de octubre Don Juan Carlos remate su recuperación. Le pudo el talón de Aquiles: «Es un paciente ejemplar, resistente y obediente», exaltaba desde su gloria médica y unos 47 años que no aparenta. Lo hacía ante Darío Barrio, mientras Jordi Rabat justificaba el brillo de los incesantes diamantes que exhiben sus escaparatistas de Serrano, justo enfrente de Colón: «Hay que limpiarlos cada dos meses porque el maquillaje los empaña mucho».
«Restallan como ningún otro», observó Michel Meyer, que acaba de ampliar su peluquería de El Retiro, donde acicala a Elena Salgado, siempre impecable y muy representativa en su «dos piezas» de Alfredo Villalba. Es su principal y más antigua clienta. Le encontró el punto y siempre es modelo ante la despreocupación indumentaria de Leire Pajín o el escaso tino de Rosa Aguilar.
En la fiesta, destacaron Juan Ribó, impecable, y Pastora Vega, vestida en seda mostaza haciendo un buen contraste con su racial color moreno. Ninguno apostábamos por el futuro de esta pareja. Pero ahí siguen, permanecen y asombran en un entendimiento que parecía imposible. Cerca de ellos estaba el arquitecto Joaquín Torres –fiel al «bufandón» pese a los calores–, que se mostró satisfecho porque remata la casa de Penélope en La Finca que, reconvertida en nuestro Beverly Hills, a tantas estrellas concentra.
Cayetana Guillén, en blanco de encaje con volantes, lamentaba que su peluquera Mari Ángeles Cáceres deje lo de Alberto Cerdán para unirse en la nueva aventura que Miguel Moreno monta en la otra punta de Lagasca: «Me ha partido por el eje», suspiró ante una Fiona Ferrer con falda pareo en zigzagueante Missoni, opuesta a los florones de la radiante Veva Longoria. Y mientras Nieves Fontana anunciaba que lanzará una edición mexicana de «Telva», Begoña Trapote me reñía por descubrir que sus regalos navideños son copias magníficas del Gran Bazar de Estambul. Entendí su protesta: «Eso no se hace con los amigos», bromeó. Y ahí zanjó el tema.
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