Barcelona

Del Hierro seguirá «si lo permite el cardiólogo» por Jesús MARIÑAS

El modista pasmó con su aspecto recuperado: más delgado, sin temblores, y de lo más jovial, animado acaso por lo que supone esta breve antología en el Museo del Traje. Buen repaso, aunque sintético, a las grandes creaciones de Pedro del Hierro, nada que ver con las líneas que hoy mantiene su firma comercializada.

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Otro de los grandes modistos evocó con Dione Pertegaz aquellos 18 años «en que pretendí aprender con don Manuel. No lo conseguí», lamentaba. «Lo mismo le pasó a mi tío cuando intenté que lo fichara Pedro Rodríguez», recordaba Dione. Dos grandes, también antagónicos, de lo que fue la gran Alta Costura española.

Una enriquecida historia reavivada en dos volúmenes sobre Barcelona y la Alta Costura recién lanzados. Piezas de colección donde las fichas registran los nombres de Merceditas Arnús o Coqui Malagrida, que fueron principales clientas de los maestros. Suntuosidad de Rodríguez, bordados como de Lesage al punto de que la Begum Ivette hacía bordar sus saris en el Maes del Paseo de Gracia. Marcó estilo y Maes siempre me comentaba sus escaramuzas escatimadoras.
«Mi tío está espléndido a sus noventa y no se sabe cuantos años. Hoy, cuando le telefoneé, me dijo: "Aquí me tienes viendo pasar los siglos". Se mantiene en plena forma y no deja de acudir a su antiguo estudio de Diagonal. Comentaba ante la exquisita Cristina de Hohenlohe. «Su familia me ayudó mucho en los primeros tiempos», agradeció Del Hierro bajo lino blanco. «No he querido una intervención cardiaca y seguiré, si me lo permite el cardiólogo», aclaró. Lo observó la siempre espléndida Juncal Rivero. Destacó entre las asistentes que, como José Toledo, colaboraron con él. Las «nuevas» maniquís, base de los veinticinco trajes expuestos, tienen fachas como la eterna Aline Romanones, Beatriz de Orleans, Remedios Cervantes, o Carla Royo, que faltó enviando como representación a su hermana Vega.

Alejandra Martos fue con su cuñada, la adelgazada Amelia Bono, mientras Beba Longoria iba cual «pin-up» rutilante. Fernando Martínez de Irujo buscó la discrección habitual y la imponente María León se realzó bajo un pantalón masculino color fresa. La ex señora Juncadella evocó ante su hija María que «Pedro diseñó mi traje nupcial», repitió ante la ministra González-Sinde. Su presencia ratificó lo merecido del homenaje y lo útil que es este Museo del Traje.