Londres
Un tribunal obliga a divulgar una llamada entre Bush y Blair antes de la guerra de Irak
Un tribunal de Londres determinó hoy que deberán hacerse públicos extractos de una conversación telefónica entre el expresidente estadounidense George Bush y el entonces primer ministro británico, Tony Blair, antes de la guerra de Irak.
En la conversación, que se produjo el 12 de marzo de 2003, ocho días antes del inicio del conflicto, los dos mandatarios hablaron al parecer sobre la oposición del entonces presidente francés, Jacques Chirac, a que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una resolución para permitir la invasión de Irak.
La comisión Chilcot, que se puso en marcha en 2009 para investigar la participación británica en la guerra de Irak, había pedido que se desclasificara el contenido de esta conversación pero el Ministerio de Exteriores se opuso por "el daño"que consideró provocaría en sus relaciones con Estados Unidos.
Sin embargo, el llamado tribunal británico del derecho a la información sentenció hoy que el Gobierno británico deberá hacer público, en un plazo de 30 días, la transcripción de las palabras de Tony Blair, debido al interés publico.
"Las circunstancias que rodean la decisión de un Gobierno de iniciar una guerra siempre son de interés público, aún más en este caso dadas las consecuencias de este conflicto", dictaminó el juez John Angel.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores se mostró "decepcionado"con esta decisión.
El tribunal del derecho a la información estudia las apelaciones a decisiones de la Oficina del Comisionado de Información, una organización independiente que vela por el derecho a la información y que previamente ya falló en contra de la posición del Gobierno británico.
En su día, la comisión Chiclot señaló que la conversación entre Bush y Blair era clave para entender la entrada en la guerra del Reino Unido. El entonces ministro de Exteriores británico, Jack Straw, declaró ante esa comisión que el "no"de Chirac a la resolución del Consejo de Seguridad acabó con las esperanzas de una solución diplomática al conflicto.
La comisión Chilcot la puso en marcha en 2009 el Gobierno del laborista Gordon Brown para investigar los motivos que llevaron al Reino Unido a invadir Irak, así como el desarrollo de la operación militar y la reconstrucción del país árabe.
Aunque en un principio iba a ser a puerta cerrada, las presiones recibidas por parte de la oposición, los militares y las familias de los soldados muertos forzaron a que fuera parcialmente pública aunque algunos documentos, como la conversación entre Bush y Blair, permanecieron en secreto.
Las conclusiones de esta comisión, en la que declararon tanto Gordon Brown como Tony Blair, se publicarán antes del verano, más de un año después de que terminase la investigación.